El humor, ¿otro instrumento de propaganda rusa según la OTAN?
Esta semana varios medios de comunicación rusos informaron de que la OTAN está estudiando la influencia que supuestamente tienen los programas humorísticos de la televisión del país eslavo en la opinión pública de los espectadores. El Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN (StratCom), con sede en Riga, analizó el contenido de varios programas de la televisión rusa con sorprendentes resultados.
En realidad, el estudio de StratCom titulado 'StratCom laughs' ('StratCom se ríe') no tiene relación directa con la alianza atlántica, ya que fue ordenado por el Ministerio de Defensa de Letonia. El StratCom es una entidad internacional con expertos de diez países, entre ellos el Reino Unido, Alemania y Países Bajos. Se trata de una "organización acreditada por la OTAN", pero su personal destaca que no se encuadran en ninguna estructura de la alianza atlántica.
Informe del Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN
El objetivo de la investigación fue estudiar cómo "el humor puede ser utilizado como una herramienta para la comunicación estratégica", afirmó la portavoz de StratCom, Linda Tsurika, al portal Meduza. El informe de 150 páginas analizó las bromas aparecidas en los programas más populares de la televisión rusa entre los años 2008 y 2016.
De esta forma, los investigadores concluyeron que el humor se utilizó en los programas rusos no solo para "aliviar el estrés" de la población, sino también para crear una cierta actitud hacia el mundo exterior que frecuentemente se considera "hostil". Además, numerosos chistes estuvieron dirigidos "contra los líderes de los países occidentales".
Los autores del estudio incluso vincularon a uno de los presentadores más destacados de la televisión rusa con el Kremlin. Según ellos, se trata de una cooperación de beneficio mutuo: "El programa recibe fondos mientras que el Gobierno tiene la oportunidad de influir en las audiencias estratégicas".
"Nos hizo reír"
Los autores y participantes de los programas mencionados en el informe de StratCom admitieron que nunca habían pensado en que sus bromas pudieran ser una herramienta para la comunicación estratégica. Algunos confesaron que el documento incluso les "hizo reír".
En este sentido, la portavoz de la Cancillería rusa afirmó que no le sorprendería que en este análisis "los cómicos rusos fueran denominados como 'minadores' de la información estratégica".