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Aliados irreconciliables: Turquía y los kurdos de Siria presentan un difícil dilema a EE.UU.
"Estamos en contra de la injerencia de Turquía en nuestros asuntos. Estamos bien ahora. No queremos que ocupen nuestra tierra", asegura un residente de Manbij, una ciudad siria controlada por los kurdos.
Estados Unidos tiene que mantener un difícil equilibrio entre sus aliados en la lucha contra el Estado Islámico en Siria. Por un lado las eficaces milicias kurdas, por otro, Turquía, un miembro de la OTAN y aliado importante de EE.UU. en la región. El problema es que para Ankara los kurdos representan un peligro mayor que el Estado Islámico.
Hace pocas semanas, EE.UU. se vio obligado a desplegar unidades militares alrededor de la ciudad siria de Manbij para prevenir una posible ofensiva contra ella por parte de Turquía, que reiteradamente amenazó con enviar fuerzas para expulsar a los kurdos, que controlan la urbe.
Los kurdos son una etnia que lleva décadas mostrando sentimientos separatistas en Turquía, y Ankara teme contactos entre los kurdos de ambos lados de la frontera turco-siria. Pero los kurdos sirios son apoyados por EE.UU. como una importante fuerza terrestre contra el Estado Islámico.
Esta situación podría empeorar las relaciones entre los dos miembros de la OTAN.
Vox pópuli
Manbij fue liberada por en agosto pasado tras dos años de ocupación del Estado Islámico. La población local se muestra contenta con la situación actual en la ciudad.
"Estamos en contra de la injerencia de Turquía en nuestros asuntos. Estamos bien ahora. No queremos que ocupen a nuestra tierra", afirmó un residente local a RT.
"No nos gusta [el presidente turco Recep Tayyip] Erdogan. Apoyamos a las Fuerzas Democráticas Sirias", comentó una residente refiriéndose a la coalición antiyihadista de kurdos, árabes y cristianos.
Bajo el control de los kurdos la vida civil ha vuelto a esa ciudad de mayoría árabe.
"Las cosas ya están bien en Manbij. No hay saqueos, los niños y las mujeres pueden caminar por las calles fácilmente. No queremos que esto cambie", señaló el propietario de una tienda local.
Los últimos dos años las mujeres los pasaron prácticamente encerradas en sus casas porque los yihadistas del Estado Islámico les prohibían salir. Cuando las Fuerzas Democráticas Sirias liberaron la ciudad, todo el mundo vio las imágenes de mujeres quemando los burkas.
A punto de volverse explosiva
El giro de la tiranía a un progreso ha proporcionado apoyo a las Fuerzas Democráticas de Siria, pero ante las amenazas de Turquía hacia los kurdos, EE.UU. se enfrenta a un posible conflicto entre dos importantes aliados.
El inicio de una ofensiva sobre Raqa, la 'capital' del Estado Islámico en Siria, es, al parecer, cuestión de semanas, si no de días. Prevenir combates entre los turcos y los kurdos es esencial para que estos últimos puedan enfocarse en la liberación de Raqa.
Sin embargo, Turquía ha advertido en repetidas ocasiones que, de producirse una operación así, se haría a costa de las relaciones entre Ankara y Washington, proponiendo a cambio emplear a sus propias fuerzas para liberar la ciudad, siempre y cuando los kurdos fueran excluidos de la operación.
"Turquía asegura que estamos tratando de expandir las fronteras de Kurdistán pero es mentira. Nuestro trabajo está basado en los conceptos comunes democráticos. Algunos están descontentos con esto porque la resolución del conflicto en Siria no corresponde a sus intereses", comentó Kemal Berkel, subjefe del cantón kurdo de Kobane.
Por el momento, lo único que está claro sobre la futura liberación de Raqa es que la situación en el norte de Siria está a punto de volverse explosiva.
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