La monarquía saudita es conocida por la dureza de sus leyes y la rigidez de sus costumbres, algunas de las cuales limitan de forma drástica las libertades de las mujeres.
Antes de emprender su viaje oficial, Theresa May, la segunda primer ministra femenina en visitar Arabia Saudita, declaró que su viaje iba a servir como ejemplo de lo que las mujeres pueden alcanzar en la vida.
"Espero que la gente me vean como una líder femenina y vean las cosas que pueden alcanzar las mujeres y cómo pueden asumir cargos importantes. He hablado con los sauditas en varias ocasiones y les he planteado este tipo de temas. Creo que hemos visto algunos cambios ya", comentó May citada por 'The Independent'.
Además de las restricciones impuestas a cualquier líder extranjero, existen cinco cosas que May no podrá hacer durante su visita simplemente por el hecho de ser mujer.
Conducir un automóvil
Se prohíbe a las mujeres ponerse al volante de cualquier tipo de vehículo en Arabia Saudita.
Vestirse a su antojo
Las recomendaciones que hace el Gobierno británico a quienes quieran viajar al país advierten a las mujeres de que deben llevar ropas conservadoras y amplias, en particular una túnica larga hasta los pies y un pañuelo para cubrir la cabeza.
Sin embargo, en 2015, la primera dama estadounidense Michelle Obama apareció en Riad con la cabeza descubierta al lado de su marido, al igual que hizo su predecesora Laura Bush en 2007.
Nadar o hacer gimnasia en público
A las mujeres en Arabia Saudita se les prohíbe realizar estas y otras actividades fuera de los locales destinados exclusivamente para mujeres.
Entrar en edificios públicos por la misma puerta que los hombres
Muchos edificios públicos en el país cuentan con entradas y salidas segregadas. Se desconoce si May será separada de sus asesores masculinos.
Comer sin la compañía de un hombre
Según una guía de viaje para las mujeres publicada en USA Today, las mujeres que no coman acompañadas por hombres son ignoradas o se rechaza darles servicio en los restaurantes. Incluso corren el riesgo de ser detenidas por la Policía religiosa del país.
Igualmente, estar acompañada por un hombre que no sea el marido o un familiar directo está castigado también por la Policía religiosa, algo que podría poner trabas al entorno masculino que acompañe a May.
La primera ministra abandonará el país el miércoles, un lujo inasequible para las mujeres sauditas, a quienes se prohíbe salir del país o viajar sin el permiso de su tutor legal.
foto: El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef, saluda a la primera ministra británica Theresa May en Riad el 4 de abril de 2017