Las tensiones entre EE.UU. y Corea del Norte no han dejado de aumentar desde el pasado domingo, cuando el Gobierno estadounidense ordenó movilizar el portaaviones USS Carl Vinson y su grupo de ataque hacia aguas cercanas a Corea del Norte como respuesta ante los avances de Pionyang en su programa de armamento. Por su parte, el régimen de Kim Jong-un ya ha anunciado que está listo para responder a un eventual ataque estadounidense.
El experto en geopolítica y presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia, Fernando Moragón, analiza con RT el incremento de la retórica belicista entre ambos países, que se produce días después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenara un ataque sorpresa contra la base aérea siria de Shayrat.
RT: Primero Siria y ahora Corea del Norte, ¿cómo valoras estas decisiones de Trump?
F.M.: Más que en términos de una política exterior pensada y clara por parte de EE.UU., hay que analizar todo lo que está pasando, tanto el ataque contra la base aérea siria como la reciente retórica belicista con Corea del Norte, en el marco de una lucha de poder dentro de EE.UU.
A Trump lo que más le importa es él mismo
Es decir, por un lado están Trump y su gente más cercana y, por otro, la mayoría de demócratas de Hillary Clinton junto a la mayoría de republicanos. Este último grupo, que tiene mucho poder y que es muy belicista, parece que es el que de momento va ganando la lucha interna y ha conseguido cambiar el rumbo de lo que Trump supuestamente quería hacer.
A Trump lo que más le importa es él mismo. Ha estado sometido a una tremenda presión interna desde que fue elegido presidente, basta ver el Obamacare, la dimisión de su asesor de Seguridad Nacional por sus contactos con Rusia o las acusaciones de que Putin intervino en las elecciones estadounidenses para beneficiarlo. Habrá que ver si se trata de una estrategia propia para librarse de estas presiones o, por el contrario, directamente ha cedido a la presión interna. En cualquier caso, todas esas presiones han desaparecido en el momento en el que decidió bombardear Siria, incluso los más críticos aplaudieron su decisión.
Si analizamos el caso de Siria y tenemos en cuenta la capacidad destructiva de EE.UU., ha sido más bien un ataque de mínimos. Es decir, responde más bien a un golpe de autoridad. Es una forma de decir que siguen teniendo presencia en Oriente Medio, una zona de la que habían quedado muy descolgados en los últimos tiempos. Por ejemplo, en la cumbre de Astana, en la que estuvieron presentes Rusia, Turquía e Irán para hablar sobre Siria, EE.UU. se quedó fuera. Esta es su manera de meterse otra vez en las conversaciones.
RT: En el caso de Corea del Norte ya han asegurado que están listas para responder a un ataque, ¿ves posible una confrontación directa?
F.M.: Si tiramos de hemeroteca nos daremos cuenta de que esta retórica belicista tanto por parte de Corea del Norte como de EE.UU. no es nueva. Las amenazas siempre han estado ahí. Sin embargo, creo que a nadie le interesa atacar Corea del Norte y que desaparezca, empezando por Corea del Sur.
Imaginemos por un momento que ya sea por un ataque militar o un colapso interno del régimen, Corea del Norte se deshace. Sucedería más o menos lo que pasó con la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana. Es decir, Corea del Sur tendría que absorber a Corea del Norte y reflotarla. Eso tendría unos costes gigantescos para Corea del sur que prácticamente la arruinarían. Por lo que Corea del Sur, más allá de la retórica, es el primer interesado en que Corea del Norte siga existiendo como país independiente.
Con el resto de actores regionales o en la zona, sucede más o menos lo mismo. A China tampoco le interesa que desaparezca Corea del Norte y pase a la influencia de Corea del Sur, pues tendría un aliado de EE.UU. directamente en su frontera. Rusia, que también tiene una pequeña frontera con Corea del Norte, tampoco tiene ningún interés. Y a EE.UU., que sería el atacante fundamental, tampoco le interesa, porque perdería su legitimidad para estar en Corea del Sur.
Por mucho que ellos quieran necesitan una tecnología que no tienen. Y tampoco tienen capacidad para utilizar las bombas nucleares
Además, hay mucho desconocimiento sobre el programa de misiles nucleares de Corea del Norte. Una cosa es querer y otra cosa es poder. La mayoría de pruebas que han llevado a cabo con misiles intercontinentales o con cohetes que supuestamente iban a lanzar satélites han fracasado, según la propia versión norcoreana. Es que no es nada fácil. Por mucho que ellos quieran necesitan una tecnología que no tienen. Y tampoco tienen capacidad para utilizar las bombas nucleares.
Es decir, tanto Corea del Norte como EE.UU. y Japón juegan a esa retórica belicista, pero a nadie le interesa un conflicto abierto. Sin embargo, siempre hay un elemento imprevisible, que es muy difícil de valorar. Irak también era una intervención disparatada, pero lo hicieron.
RT: ¿Y por qué crees que EE.UU. busca ahora la cooperación de China?
F.M.: Trump empezó atacando a China y ahora parece que ha cambiado de posición. Habría que ver hasta qué punto es una estrategia personal o habría que valorarlo en clave interna estadounidense, en esa pugna que mantiene con la mayoría de demócratas y republicanos. Puede que como ahora el acercamiento con Rusia sea muy difícil por el ataque a Siria, quiera acercarse a otra de las grandes potencias.
Uno de los grandes ideólogos de la geopolítica y la política exterior norteamericana es Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional con el presidente Jimmy Carter y autor del libro 'El gran tablero mundial'. En este libro, publicado en el año 97, Brzezinski contaba cómo hacer para que EE.UU se mantuviera como una potencia hegemónica mundial y planteaba una serie de escenarios. En el peor escenario que él explicaba, la Rusia debilitada resurgía económica y militarmente y se convertía en una potencia. China seguía creciendo y también se convertía en una potencia. Y, además, Rusia y China se aliaban con un tercer país, como es Irán. Pues este escenario que Brzezinski explicaba como el peor para EE.UU. se ha cumplido gracias a la desastrosa política estadounidense.
Pues bien, Brzezinski escribió un artículo el año pasado donde ya sacaba la bandera blanca y pedía olvidarse de ese imperio hegemónico, debido a la mala gestión estadounidense, y también un acercamiento con Rusia y China para repartirse de alguna manera la influencia en el mundo. Y esto lo dijo un teórico muy importante estadounidense que ha defendido siempre el imperialismo pero que ya no ve una solución para EE.UU.
RT: Ayer, incluso, Merkel pidió a Trump que cooperase con Rusia para una transición política en Siria.
EE.UU. no tiene una estrategia clara, lleva mucho tiempo improvisando sobre la marcha
F.M.: Es que ha sido un despropósito. El problema que yo veo es que EE.UU. no tiene una estrategia clara, lleva mucho tiempo improvisando sobre la marcha y esto es lo peor que puede pasar. Solo hay que recordar los ocho años de Obama y sus bandazos. Ordenó la retirada de Irak para regresar a los dos años debido al caos en el que había dejado el país. Mientras tanto, incrementó las tropas en Afganistán, pero como vio que tampoco funcionaba decidió retirarlas también. Luego llegó la política de contención a China y su idea de ampliar las fuerzas navales norteamericanas en el Pacífico para el 2020. Más tarde decidió activar la crisis de Ucrania y meterse de lleno en el país enfrentándose a Rusia. Y previamente, intervenir en Libia para derribar a Gadafi...
Todas estas políticas no tienen ningún sentido. Por eso es por lo que son tan peligrosos los norteamericanos. No tienen una estrategia política a largo plazo y van sembrando el caos por donde pasan. Desde el año 2001, EE.UU. lleva haciendo disparates por todo el mundo. Habra que esperar, pero hasta ahora lo único que han hecho es abrir frentes sin cerrar los anteriores.
RT: Y en el caso de Trump, ¿crees que es algo puntual o que es la continuación de este tipo de política?
F.M.: Si lo que Trump pretende es librarse de la presión de los belicistas, puede ser que esto sea un simple golpe para mantenerlos contentos. Ahora bien, si estamos en la hipótesis de que Trump ya está bajo control de la rama belicista, entonces lo que hemos visto en Siria puede continuar, y no solo en Corea del Norte, sino en muchos otros sitios, incluida Europa.
RT: ¿Pero todo esto no es demasiado peligroso?
F.M.: Por supuesto que sí. Yo siempre digo que el principal problema actualmente no es el terrorismo, al que no resto ninguna importancia, solo digo que el principal problema es EE.UU. No olvidemos que el yihadismo ha estado fomentado desde los años 70 por EE.UU., cuando empezaron a financiar y armar, a través de personas como Bin Laden, a los yihadistas más salvajes y radicales en Pakistán contra la Unión Soviética en Afganistán.
Ni siquiera sabemos quién gobierna en EE.UU
Ahora le toca a Corea del Norte. En teoría, como comentaba antes, nadie quiere un ataque, sería absurdo. Pero la política estadounidense es impredecible. Estamos en las manos de un imperio que todavía es hegemónico pero que está descontrolado, que no tiene una estrategia. Ni siquiera sabemos quién gobierna en EE.UU., si Trump o la mayoría demócrata-republicana. La principal incertidumbre en el mundo ahora mismo son ellos.
María Jesús Vigo Pastur