Este jueves EE.UU. ha lanzado su bomba no nuclear más potente, la llamada 'Madre de todas las bombas', sobre instalaciones terroristas del Estado Islámico en la provincia de Nangarhar, en el este del país y cerca de la frontera con Pakistán. El polémico lanzamiento fue criticado por muchos opositores de la política del presidente Trump, en primer lugar a causa del astronómico coste de la operación.
"La bomba que cayó hoy en medio de la nada, Afganistán, cuesta 314 millones de dólares", escribió en su cuenta de Twitter el exanalista de la CIA Edward Snowden, citando un artículo del periódico 'Los Angeles Times'.
De acuerdo con el diario, el Ejército estadounidense ha desarrollado y ordenado la fabricación de 20 gigantes de unas 9,5 toneladas. Cada unidad cuesta 16 millones de dólares, lo que supone un coste total de 314 millones de dólares.
El exanalista de la CIA también ha señalado en su Twitter que el complejo de túneles destruido este jueves por la 'Madre de todas las bombas' fue construido a expensas de Washington.