El exasesor del jefe del Estado Mayor de la Armada de EE.UU., un experto en tecnología nuclear y profesor Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Theodore Postol, analizó la "evidencia" de la participación del ejército de Bashar al Assad en el ataque químico en Idlib y llegó a la conclusión de que el incidente fue fabricado.
Tras estudiar las fotos de la ciudad siria de Jan Sheijun, el experto ha asegurado que el informe, que justifica el ataque aéreo de EE.UU. contra la base siria de Shayrat, tiene algunas inconsistencias.
"El informe de la Casa Blanca no aguanta ninguna crítica. Sus compiladores se basan en el hecho de que las fotografías del lugar son auténticas. En mi opinión, esto es una suposición muy audaz. A continuación, estas evidencias se interpretan erróneamente, y se sacan conclusiones, que contradicen a las propias declaraciones de los autores", dijo el experto a RT.
"Lo más probable es que el informe fue motivado políticamente. Yo diría que ningún funcionario creíble de la Inteligencia de EE.UU. aprobaría tal documento", añadió.
¿Ignorancia peligrosa o falsificación poco profesional?
Su principal argumento se relaciona con una serie de fotografías del pequeño cráter, donde fue encontrado un recipiente con gas sarín supuestamente lanzado desde un avión. En primer lugar, Postol presta la atención a las fotos de varias personas en el lugar de la caída del supuesto misil con sustancia venenosa.
El profesor del MIT cree que si en el lugar donde se tomaron las fotos de verdad hubiera sido encontrado sarín, todas las personas presentes en la imagen recibirían una dosis mortal de gas venenoso o, al menos, incompatible con cualquier actividad física.
"El hecho de que estas personas están vestidas de manera tan inapropiada para este tipo de situación significa que ignoran por completo las normas básicas de salvaguardias contra la intoxicación por gas, o que los fotografiados sabían que esta área no fue contaminada seriamente", dijo Postol.
¿Desde tierra o desde el aire?
El experto también presta la atención sobre el cráter, que se presenta como una huella del ataque aéreo en el informe de la Casa Blanca. Postol afirma que debido al pequeño tamaño de la fosa es imposible determinar el momento de su aparición, y el cráter muy probablemente podía haber sido artificialmente distorsionado para la foto.
Además, en una de las fotos el presunto recipiente con gas sarín está medio enterrado en el cráter, mientras que en otras se ve claramente desenterrado y movido a otro lugar.
Basándose a la profundidad del agujero y la posición del recipiente, el experto opina que el artefacto podría explotar en el suelo. Si esta última hipótesis es verdadera, demostrar la culpabilidad de las autoridades sirias se hace imposible, concluye Postol.
"Es casi seguro que el recipiente fue puesto en el suelo, y luego fue activado un artefacto explosivo, que se encontraba fuera del recipiente, que terminó con la liberación del gas tóxico", cree Posto.
Cascada de dudas por todo el mundo
Además del profesor Postol, muchos expertos rusos e internacionales expresaron sus suposiciones acerca de la dramatización del ataque químico en Jan Sheijun.
Así, el jefe de la gestión operativa de las Fuerzas Armadas del Estado Mayor de Rusia, Serguéi Rudskoi, también ha declarado que muchos factores indican que las imágenes y videos desde el lugar del incidente con posibles armas químicas en Idlib fueron fabricados.
"Su autenticidad es muy cuestionable, no solo en nuestro país. Más y más expertos y organizaciones reputadas tienden a creer en la naturaleza fabricada de la grabación del video", dijo.
La ONG sueca Médicos por los Derechos Humanos (SWEDHR, por sus siglas en inglés), a su vez, acusó a la organización de los 'cascos blancos' de la falsificación de la prueba del ataque químico.
"Anteriormente también llegaban informes de ataques químicos, supuestamente llevados a cabo por el Gobierno sirio. Pero después de estudiar los materiales que proporcionaron EE.UU. y el Reino Unido, los expertos de la ONU han declarado que no es posible establecer el origen de estas armas", dijo el presidente de la ONG, Marchello Ferrada de Noli.
Posteriormente, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, también afirmó que la evidencia de que el incidente con el uso de armas químicas en la provincia de Idlib fue una fabricación solo va multiplicándose. Según el jefe de la diplomacia rusa, la aparición de nuevas publicaciones, que reflejan la opinión de los expertos, dice que "la versión que trató de justificar la acción agresiva (de EE.UU.) del 7 de abril tiene demasiadas inconsistencias y discrepancias".
El presidente sirio, Bashar al Assad, por su parte, ha aseverado, hablando en su primera entrevista desde que EE.UU. lanzara 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat, en la provincia de Homs, que el supuesto ataque químico fue inventado por EE.UU. para justificar su agresión a Siria, y que los reportajes de medios en torno al supuesto ataque equivalen a noticias falsas.