El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha explicado en su cuenta personal de Twitter su nueva postura hacia la política monetaria de China.
"¿Para qué llamaría a China un manipulador de divisas cuando están trabajando con nosotros en el problema de Corea del Norte?", se ha preguntado el líder estadounidense, señalando que "vamos a ver qué pasará".
Why would I call China a currency manipulator when they are working with us on the North Korean problem? We will see what happens!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 16 апреля 2017 г.
Trump calificaba a China como uno de los principales rivales de EE.UU., sobre todo en el área económica. Durante la campaña electoral, el multimillonario acusó a Pekín de la pérdida de empleos en Estados Unidos y prometió subir los aranceles de las importaciones chinas hasta el 45%. El republicano también prometió que declararía a China como manipulador de divisas en cuanto llegase a la Casa Blanca.
En varias ocasiones Trump advirtió a Pekín sobre medidas severas en caso de que el país no aceptara volver a firmar los acuerdos bilaterales de cooperación.
Sin embargo, la postura de Trump hacia China se ha alterado este mes de abril, cuando afirmó que China no es "un manipulador de divisas", lo que difiere de sus declaraciones durante la campaña electoral.
La respuesta de China
A la luz de la escalada de tensión en la península coreana, China ordenó a sus compañías comerciales que rechazaran el carbón procedente de Corea del Norte. Así, el gigante asiático cumple con la prohibición que impuso a finales de febrero a todas las importaciones de carbón desde Corea del Norte, el producto de exportación más importante de ese país, como respuesta a las repetidas pruebas de misiles de Kim Jong-un.
Pekín reanudó este año la compra de carbón estadounidense, suspendida desde finales de 2014, con el objetivo de reducir el déficit de las importaciones de este producto. Según datos de Eikon, una plataforma de información financiera y análisis, China compró más de 400.000 toneladas de carbón a EE.UU. a finales de febrero, un dato que complace al presidente Donald Trump, que aseguró en campaña que fomentaría este sector.