El sistema de defensa antiaérea S-500 Prometeo marca "un nuevo esfuerzo" de Rusia para desarrollar su propio escudo de defensa contra un eventual ataque de misiles balísticos y de crucero, escribe el experto en seguridad e historia militar Sebastien Roblin en un artículo para 'The National Interest', en el que recoge las posibles características de este innovador sistema:
- El S-500 supuestamente podría actuar a una altitud máxima de entre 185 y 200 kilómetros, lo que le permitiría derribar misiles balísticos intercontinentales y satélites en órbita baja.
- Tendría un alcance máximo de 600 kilómetros, mayor incluso que el del S-400 (400 kilómetros).
- Según el comandante de la Fuerza Aérea de Rusia, el coronel general Víktor Bóndarev, el S-500 podría alcanzar hasta diez misiles al mismo tiempo, con una velocidad de reacción de tres a cuatro segundos, en comparación con los seis misiles y nueve segundos de reacción del S-400.
- Los misiles 776N del S-500 viajarán a velocidades hipersónicas de cinco a siete kilómetros por segundo, lo que les permitirá interceptar misiles de crucero hipersónicos.
A pesar de que se trata de un programa altamente secreto, hay algunos detalles concretos sobre el S-500. Así, a diferencia de los más antiguos y más grandes misiles antibalísticos 53T6, el S-500 será un sistema más pequeño y autopropulsado, que podrá fácilmente disparar contra un objetivo y luego alejarse inmediatamente para evitar ataques destinados a suprimir las defensas aéreas. De hecho, se supone que el S-500 es "una evolución más pequeña" del diseño S-400, estima el analista, agregando que, según los medios rusos, el nuevo sistema será también muy difícil de detectar.
Con todo, el analista destaca que queda por ver si el innovador sistema estará a la altura de las expectativas, y si estará operativo a plena capacidad a corto plazo.
Una próxima incorporación
Por su parte, autoridades del Ministerio Defensa de Rusia anunciaron en abril la próxima incorporación del S-500 Prometeo al servicio de las Fuerzas Armadas rusas.
Algunos analistas del sector militar de Rusia consideran que la principal función de este innovador sistema será interceptar y destruir una serie de materiales y objetivos militares que incluyen:
- infraestructuras específicas de tamaño medio
- misiles de crucero
- helicópteros y aviones
- satélites
- misiles balísticos que transporten cabezas nucleares.