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"Niños y ancianos luchaban hasta la muerte": veterano relata horrores de la Gran Guerra Patria
Konstantín Fedótov, uno de los más condecorados héroes de la Gran Guerra Patria, comparte con RT sus hazañas de batalla en el Frente Oriental.
Era noviembre de 1943 cuando Konstantín Fedótov fue llamado a las filas del Ejército Rojo en su Gorki natal, una ciudad rusa actualmente llamada Nizhni Nóvgorod. Con entonces 17 años, Fedótov no se imaginaba que sus hazañas de batalla por venir lo convertirían en uno de los más condecorados héroes de la Gran Guerra Patria más de 70 años después del final del conflicto.
"Éramos solo un grupo de escolares adolescentes que fueron lanzados a la guerra".
Konstantín Fedótov, veterano ruso de la Gran Guerra Patria
"Fuimos enviados a entrenar, pero nunca terminamos nuestro entrenamiento: éramos solo un grupo de escolares adolescentes que fueron lanzados a la guerra", relata Fedótov a RT. El joven ya conocía los horrores de la guerra —había perdido a su hermano y otros familiares cercanos en un solo año— cuando fue asignado al frente bielorruso para la operación que posteriormente llegó a ser conocida como la más exitosa del Ejército Rojo en la guerra: la Bagratión.
"Les rogué que me dejaran ser explorador", cuenta el veterano, agregando que su deseo fue cumplido a pesar de comenzar siendo un soldado de infantería. Con su nuevo perfil, Fedótov vio de primera mano el impacto de la ocupación alemana: pueblos en cenizas, cadáveres carbonizados de civiles, en su mayoría mujeres y niños.
"Las atrocidades eran espeluznantes. Pero como éramos equipos de reconocimiento no podíamos hacer otra cosa que mantener nuestras emociones bajo control", aseveró.
No obstante, el explorador también tuvo participación en batallas convencionales, como la recaptura de la ciudad de Moguiliov de manos alemanas: es ahí que fue condecorado con la primera de sus dos Órdenes de la Estrella Roja, tras haber lanzado una granada en un nido de ametralladora para luego saltar a través de una ventana abierta, derrotar a varios soldados en combate cuerpo a cuerpo, y finalmente capturar vivo a su comandante.
"Después de cuatro años de guerra, instintivamente conocíamos cada uno de sus movimientos, y ellos los nuestros. La última batalla fue la más dura, el adagio es cierto: para el final, incluso los niños y los ancianos luchaban hasta la muerte", concluye Fedótov mientras recordaba el victorioso avance del Ejército Rojo hacia Berlín.
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