Al menos un millón de muertos: ¿cómo sería una guerra en la península coreana?
La Guerra de Corea (1950-1953) se saldó con la muerte de 2,7 millones de coreanos, 800.000 chinos y 33.000 estadounidenses. Si esa contienda se repitiera hoy en las condiciones actuales, ¿cuáles serían las consecuencias de un nuevo conflicto armado en la península?
El detonante para una segunda Guerra de Corea podría ser un ataque preventivo de Washington, opina Bill Powell en su artículo publicado en la revista estadounidense 'Newsweek'. En 2015 EE.UU. y Corea del Sur adoptaron un nuevo plan de guerra, el OPLAN 5015, que contempla ataques contra instalaciones nucleares y de misiles norcoreanas, así como "ataques de decapitación" contra Kim Jong-un y otros líderes norcoreanos. Por su parte Corea del Sur ha desarrollado un sistema de defensa que también implica el despliegue del sistema de defensa antiaérea estadounidense THAAD, capaz de destruir misiles norcoreanos.
Si EE.UU. lanza un ataque preventivo, Kim responderá inicialmente con una descarga de artillería de miles de proyectiles por hora. "Sin trasladar ni un soldado de su Ejército, el Norte podría realizar un ataque devastador contra Seúl", opina el exanalista de la CIA Bruce Klingner. Es posible que el Norte intente ocupar la totalidad del territorio de Corea del Sur antes de la llegada de las tropas estadounidenses instaladas en Japón y otros lugares de la región.
La invasión podría empezar con un ataque químico contra la población surcoreana, opina Victor Cha, exempleado del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense. "Un arsenal de 600 misiles Scud armados químicamente atacaría los aeropuertos, estaciones de trenes y puertos surcoreanos, lo que impediría la huida de los civiles", afirma Cha en uno de sus libros.
Por su parte, EE.UU. desplegaría inmediatamente de cuatro a seis divisiones de combate con 20.000 uniformados cada una, 10 unidades de la Fuerza Aérea con 20 cazas por unidad y cuatro o cinco portaviones. En las "condiciones de combate más implacables que uno pueda imaginar", los soldados de EE.UU. y Corea del Sur "harían frente con pocas defensas a la artillería norcoreana y a bombardeos aéreos en un entorno urbano envenenado por 5.000 toneladas de agentes químicos", advierte Cha.
Aunque el autor del artículo no duda que EE.UU. y Corea del Sur ganarían una hipotética Segunda Guerra de Corea, la operación militar, según estimaciones del Pentágono, duraría de cuatro a seis meses y dejaría muchos muertos. En 1994, cuando el entonces presidente estadounidense, Bill Clinton, consideraba el uso de la fuerza para poner fin al programa nuclear de Pionyang, el comandante de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur, Gary Luck, le vaticinó que una guerra en la península provocaría un millón de muertos y unos daños económicos valorados en 1.000 millones de dólares. Actualmente, cuando Pionyang dispone de armas nucleares, la masacre sería mucho peor, advierte 'Newsweek'.