Un joven porta un casco con una cámara personal de alta definición. En sus manos lleva un escudo y en su rostro un máscara antigás. Aunque protesta por la precaria situación en Venezuela, su indumentaria 'para la guerra' cuesta casi un año de salario mínimo en su país.
Desde los hechos violentos auspiciados por la derecha en 2014, que dejaron 43 víctimas, se popularizó el uso de estas cámaras, conocidas como GoPro, para registrar los disturbios y propagar en el mundo las imágenes de la 'represión' del Gobierno de Maduro en contra de los venezolanos.
Uno de estos aparatos ha sido señalado como clave en el esclarecimiento de la muerte del joven Miguel Castillo, quien portaba una GoPro que le fue quitada por uno de sus compañeros tras ser impactado por un disparo en días pasados.
En Venezuela, según un portal de ventas por Internet, una cámara personal de alta definición cuesta entre 53 y 348 dólares, que calculados a 5.200 bolívares (Bs.) por dólar, según la tasa paralela (ilegal), se encuentra entre Bs. 220.000 y dos millones de bolívares, cifra que corresponde a casi un año de sueldo mínimo.
Máscaras costosas
En la imagen vemos los ojos de un chico concentrado en lo que hace. Su rostro lo cubre una máscara antigás de doble filtro y su cabeza un casco usado para practicar deportes extremos.
Sus manos tienen guantes para faenas duras y se preparan para arrojar con un resorte una botella llena de heces dirigida al cordón de seguridad en 'La marcha de la mierda' contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
La sumatoria de su equipo es de 124,5 dólares, que en bolívares corresponde aproximadamente a Bs. 644.500, más de tres salarios mínimos en Venezuela.
En otra foto, aparecen varios integrantes de un grupo de choque que también lanzan desechos humanos. Entre el casco y la máscara antilacrimógena de uno de ellos, hay más de un salario mínimo integral venezolano.
Repartir y repartir
El periodista venezolano Boris Castellano compartió, a través de su cuenta de Twitter, un video donde se aprecia un motorizado, cuya matrícula se encuentra tapada con papel metalizado, que reparte insumos destinados a la construcción de barricadas para impedir el tránsito de los ciudadanos.
También se observa una mujer encargada de logística que saca de una bolsa máscaras antigás, lentes y cascos, y las distribuye entre los manifestantes. Por las características de la zona, se trata de la plaza Altamira, ubicada en el municipio Chacao, cuyo alcalde ha sido captado marchando juntos a encapuchados con armas caseras.
CARNE DE CAÑON!! (+Video Exclusivo) Vea como distribuyen cauchos, gasolina, mascaras y escudos a jovenes opositores pic.twitter.com/VAzTrI6Mwo— Boris Castellano (@BorisCastellano) 10 de mayo de 2017
Cascos para todos
En la cuenta de Instagram Cascos Vs. Bombas, se alienta la donación de dinero, a través de la red de financiamiento colectivo GoFundMe. Hasta ahora han recibido 22.886 dólares para la compra de equipo.
Nelly Guinand, diseñadora de modas venezolana asentada en EE.UU., está al frente de este micromecenazgo y es la encargada de enviar dinero y elementos costosos como máscaras de gas, cascos y lentes a Venezuela, reseña 'Misión Verdad'.
Según la nota de 'Misión Verdad', unas 17 organizaciones se encargan de recoger donativos para financiar las actividades desestabilizadoras en el país suramericano.
Además de estos fondos para acabar con la presidencia de Maduro, un grupo de senadores estadounidenses promueve la aprobación de una ley que pide más sanciones contra el país y el envío de 10 millones de dólares destinados a supuesta ayuda humanitaria.
Nathali Gómez