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La batalla por los 'me gusta' en las Redes: Por qué se libra y cuándo es un peligro

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La mayoría de quienes aspiran a lograr muchos 'me gusta' en las redes sociales necesitan apoyo y aprobación, así como el reflejo de su existencia.
La batalla por los 'me gusta' en las Redes: Por qué se libra y cuándo es un peligro

Las redes sociales se han convertido en una parte importante de nuestras vidas. En ellas nos comunicamos, nos entretenemos, encontramos información y conocemos las noticias que afectan a otras personas y al mundo. Además, es allí donde muchos buscan apoyo, aprobación y reconocimiento.

Un reciente estudio llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Gales del Sur (Reino Unido) estima muy probable que quienes confesaron 'luchar' por los 'me gusta' en las redes sociales tengan baja autoestima y sean más desconfiados. Lo mismo se determinó en relación a los internautas que eliminan sus publicaciones o eligen la foto de su perfil como resultado del número de los 'me gusta' obtenidos.

Los resultados de dicho estudio en el que participaron 340 usuarios de Twitter y Facebook también señalan que recibir 'me gusta' en las redes no mejora el ánimo de los internautas ni tampoco les hacen sentirse mejor. El líder de la investigación, el doctor Martin Graff, ha indicado que las maneras en que interactuamos con las redes "pueden afectar en cómo nos sentimos y no siempre de forma positiva". ¿Pero realmente los 'me gusta' son peligrosos? ¿No aportan nada de bueno?

"Te veo"

La psicóloga y terapeuta de la corriente de la Gestalt Yulia Lishafáeva ha explicado a RT que un 'me gusta' es el 'feedback' positivo más pequeño posible. Es probable que los internautas que desean reunir muchos 'me gusta' necesiten apoyo y aprobación, así como el reflejo de su existencia. Un 'me gusta' es también un mensaje simbólico que se envía a otra persona y que significa: "Yo te veo". De esta manera, en muchas ocasiones una reacción negativa (un 'no me gusta') resulta ser "más importante que la indiferencia".

Lishafáeva ha señalado que, ya que el humano es una criatura social, la necesidad de verse reflejado en los ojos de otras personas es normal. Pero en algunos casos esta necesidad sí puede convertirse en obsesiva, en el caso en que "ninguna aprobación sacia". Ello se explica por el hecho de que el individuo se siente muy 'hambriento' por "no haber recibido una experiencia suficiente de reflejo y de aprobación en la niñez", y le resulta difícil encontrar otros soportes y otras maneras de satisfacción.

Según la psicóloga, si la experiencia de los 'reflejos' en la niñez fue la suficiente, el adulto logra con el tiempo la autoestima adecuada. Es decir, la confianza en la autosensación y la capacidad de apoyarse en sí mismo.

¿Aporta algún beneficio?

Lishafáeva ha estimado que el deseo de lograr 'me gusta' refleja la necesidad de conocer la actitud de los demás. Ello no es malo, ya que la psique humana se desarrolla a través del apoyo de relaciones interpersonales. Dar 'me gusta' y compartir publicaciones es demostrar que el material ha gustado, y ello puede apoyar la autoestima y estimular la actividad creativa.

Además, la terapeuta ha indicado que es normal reaccionar de forma positiva a un 'feedback' positivo, ya que recibir una buena respuesta por parte de otra persona hace a las personas sentirse de forma "agradable". Sin embargo, si la falta de los 'me gusta' en las redes desestabiliza el estado de ánimo y provoca ansiedad, al tiempo que su presencia se convierte en una necesidad obsesiva, se puede hablar de adicción. Y eso sí presenta un peligro.

Un 'sucedáneo' emocional

Lishafáeva ha apuntado que el mecanismo de cualquier adicción es la búsqueda de una satisfacción rápida y la imposibilidad de soportar la tensión necesaria para realizar una actividad compleja. En concreto, la formación de relaciones en la vida real.

Uno quiere recibir placer de la comunicación y de las relaciones con otras personas, pero para lograrlo se requieren esfuerzos emocionales: conocer a la gente, escoger maneras de comunicación, experimentar el miedo al posible rechazo, tomar riesgos, etc. Si estos esfuerzos parecen insoportables, la persona busca maneras rápidas que permitan satisfacer su necesidad de recibir 'caricias' emocionales.

El peligro de una satisfacción rápida radica en el hecho de que los individuos pueden engancharse a modos fáciles de comunicación que empiezan a sustituir a la vida real. Pero, según ha observado Lishafáeva, "no sacian de verdad ya que son un sucedáneo".

Los más propensos a caer en esta trampa son los individuos proclives a las adicciones en general, y otras personas cuyos mecanismos de apoyo hacia sí mismos y hacia su entorno se han debilitado. En el grupo de riesgo también se hallan los adolescentes, ya que dan mucha importancia a la aprobación por parte de otros jóvenes de su edad. Además, se trata de personas que necesitan algún apoyo desde fuera mientras se encuentran en una situación complicada que todavía no tiene resolución.

¿Cómo detectar y combatir una adicción?

La psicóloga ha destacado que "no se debería problematizar demasiado el deseo de recibir 'me gusta' y convertir la necesidad normal de aprobación y reflejo en una patología". Según Lishafáeva, uno tiene que preocuparse de si la cuestión de los 'me gusta' en las redes sociales, así como cualquier otra acción, adquiere signos de adicción.

Se puede hablar de una adicción si el individuo emplea demasiado tiempo realizando una cierta actividad y le resulta difícil controlar este tiempo. Lishafáeva ha subrayado que la pérdida del control es una de las señales clave que delata una adicción.

La comunicación en las redes se estaría convirtiendo en una adicción si el internauta no puede pasar un solo día sin comprobar los 'me gusta' en sus perfiles

Además, la comunicación en las redes se estaría convirtiendo en una adicción si el internauta no puede pasar un solo día sin comprobar los 'me gusta' en sus perfiles, y la falta duradera de los mismos no solo le desconcierta sino que también le desestabiliza. Por ejemplo, cuando la persona monitorea constantemente si hay nuevas reacciones a sus fotos o publicaciones por parte de otros usuarios.

Finalmente, otra señal importante de que nos encontramos ante una adicción es el uso de 'sucedáneos' de aprobación como manera de distraerse de sentimientos negativos.

Si la persona detecta señales de adicción es necesario en primer lugar intentar reducir el tiempo que uno emplea en las redes sociales. Pero uno no siempre se puede librarse de ella a través de los esfuerzos mentales y del autocontrol de voluntad. Lo crucial entonces es buscar otras actividades y otros modos, más complicados, de ocupar su vida.

Ekaterina Konoválova

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