Dos pueblos del estado mexicano de Guerrero se encuentran literalmente sitiados ante la ofensiva de grupos delictivos que pertenecen al cártel del narcotráfico La Familia Michoacana.
Desde el pasado 20 de mayo, los servicios básicos fueron interrumpidos por hombres armados en las poblaciones de Ixcapuzalco y Acapetlahuaya, pertenecientes a los municipios de Pedro Ascencio Alquisiras y Canuto Neri.
De acuerdo con el sitio de noticias Sin Embargo, los delincuentes tienen retenes en una de las carreteras en donde se transportan las mercancías y los alimentos que abastecen a estas dos comunidades. Tampoco se han presentado las camionetas de las empresas Teléfonos de México y la paraestatal Comisión Federal de Electricidad, por lo que no tienen luz ni teléfono.
Integrantes de La Familia Michoacana interceptan a camiones de empresas para robarles bienes comerciales y a vehículos particulares para robarles pertenencias. Ante estos hechos, los repartidores y expendedores de agua potable ya no pasan por la zona. A pesar que los pobladores hicieron un reporte de la situación a las autoridades, no han aparecido ni policías ni militares que puedan auxiliarlos.
Justo en el municipio de Canuto Neri el pasado 13 de mayo un grupo de reporteros fue emboscado por sicarios, que los violentaron y despojaron de su equipo fotográfico, como reporta 'La Jornada'.
Guerrero es uno de los estados más violentos de México: las desapariciones y ejecuciones han dejado un montón de cadáveres que han rebasado las morgues del lugar. Además de las comunidades que literalmente están en sitio, hay lugares donde la Policía está infiltrada hasta el tuétano por el crimen organizado y otros donde el Ejército es emboscado.