El periodista australiano del portal Gizmodo, Campbell Simpson, en un artículo ha confesado a sus lectores que tiró a la basura un disco duro con 1.400 bitcoines, la criptomoneda más célebre de hoy en día.
Simpson compró los bitcoines en el 2010 después de que leyese un material sobre la criptomoneda en la revista 'Wired', para "entenderla mejor". En aquel entonces no era fácil encontrar dónde adquirirlos, ya que todavía no había puntos de intercambio digitales. El periodista encontró a un vendedor en un fórum y le hizo una transferencia de tan solo 25 dólares australianos (ahora 18,6 dólares estadounidenses).
El periodista decidió guardar los bitcoines en un disco duro de 250 gigabytes junto con otros ficheros. Cuando se separó de su novia y volvió a su casa decidió "limpiar algunos de los ingenios técnicos" con los que contaba, y entre ellos estaba el disco que contenía el 'tesoro'.
Poco después Simpson se acordó del disco, al conocer que los 1.400 bitcoines ya costaban cerca de 4.000 dólares australianos. "Era poca cosa", ha confesado el periodista, admitiendo que "obviamente el tiempo y la Red me han demostrado que me equivocaba". De momento, esa cantidad de bitcoines equivale a unos 3,5 millones de dólares estadounidenses (cerca de 4,8 millones de dólares australianos).
Simpson ha recibido varios consejos por parte de sus amigos e internautas para que pudiese intentar recuperar las monedas perdidas. Sin embargo, el periodista ya "ha aceptado" la pérdida: "Aquel capítulo de mi vida ya terminó".
Otro caso similar
No es la primera vez que los bitcoines se pierden por la falta de confianza en su futuro éxito, o simplemente por descuido. En noviembre del 2013 el británico James Howells denunció haber perdido un disco duro con bitcoines por valor de casi 7,5 millones de dólares que accidentalmente tiró a la basura. Howells se dio cuenta de su mayúsculo error al enterarse por los medios de comunicación de que la moneda criptográfica había superado en ese entonces el valor de 1.000 dólares por unidad.
Su 'cartera' digital de 7.500 bitcoines quedó enterrada en algún lugar debajo de las montañas de basura del vertedero de Docksway, cerca de Newport, Gales, que tiene el tamaño aproximado de un campo de fútbol. Ahora su valor supera los 15 millones de dólares.