El presidente de Moldavia, Ígor Dodon, ha tachado de "indignantes" las acciones del Gobierno del país, que exige la expulsicón de cinco diplomáticos rusos del país. "Quiero decir que estoy profundamente indignado con este paso hostil de los representantes de la diplomacia moldava y lo condeno de la forma más categórica", ha escrito Dodon en su página de Facebook.
Según el líder moldavo, el partido proeuropeo que gobierna el país está "irritado por los éxitos del presidente obtenidos en los últimos meses", y ha decidido "llevar a cabo provocaciones directas que conllevan el riesgo de un deterioro significativo de las relaciones moldavo-rusas".
Dodon ha señalado que "lo más probable" es que el Gobierno moldavo quiera que cinco diplomáticos rusos abandonen el país en las próximas 72 horas "por orden de Occidente", que -dijo- se muestra "preocupado" por el establecimiento de "un diálogo constructivo y eficaz" entre Moscú y Chisináu.
Asimismo, ha advertido al Gobierno de que su decisión de "participar en los juegos geopolíticos de Bruselas y Washington, así como en los juegos de la estructura militar de la OTAN en esta región" es algo "muy peligroso". "Estoy seguro de que no entienden qué precio tendrá que pagar nuestro país y la situación compleja y arriesgada en la que pueden poner a nuestro país y a nuestro pueblo", ha asegurado el líder de Moldavia. "Ellos han dado este paso brusco que no quedará sin consecuencias negativas", añadió.
Reacción de Moscú
Por su parte, el Ministerio ruso de Exteriores ha tildado de "paradójica y demostrativa" la expulsión de los diplomáticos rusos de Chisináu. Según la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, esta acción del Gobierno moldavo "no tiene nada que ver con el trabajo de los diplomáticos rusos" y "muestra el desarrollo de la situación en Moldavia".
El viceministro ruso de Exteriores, Grigori Karasin, también se ha pronunciado sobre la decisión del Gobierno moldavo de expulsar a diplomáticos rusos del país, que califica de "ruda provocación" y de "ataque contra Dodon", porque "quiere normalizar las relaciones con Rusia", ha declarado Karasin a Interfax. Asimismo, ha subrayado que Moscú "responderá duramente" a la expulsión de los cinco rusos.