Desde hace una semana Filipinas es escenario de un conflicto armado que enfrenta a las fuerzas gubernamentales y a yihadistas vinculados con el Estado Islámico. El conflicto se centra en torno a la figura del líder extremista Isnilon Hapilon, uno de los terroristas más buscados por EE.UU., y ya se ha cobrado más de un centenar de víctimas mortales.
Según datos oficiales, los enfrentamientos armados en la ciudad de Marawi se han cobrado la vida de 65 terroristas, entre ellos varios extranjeros, de 19 civiles, 17 militares y 3 policías, informan este martes medios locales. Además, decenas de miles de ciudadanos han sido desplazados o evacuados.
¿Dónde se sitúa?
El conflicto, que estalló en la ciudad de Marawi este 23 de mayo, afecta ya a toda la región de Mindanao, que incluye la isla homónima, la segunda más grande del país, y las islas adyacentes. De hecho, el presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha declarado una polémica Ley Marcial en todo Mindanao. Esta región, que incluye áreas con mayoría musulmana, cuenta con un largo historial de insurrecciones, incluida la comunista, que ahora llama a intensificar su ofensiva en protesta por las acciones del Gobierno.
¿Quiénes son los islamistas?
Como líder del grupo extremista Abu Sayyaf, vinculado con Al Qaeda, Isnilon Hapilon fue responsable de varios atentados, ataques armados, asesinatos y secuestros, llegando incluso a decapitar a un ciudadano estadounidense como parte de una toma de 20 rehenes en el año 2000.
En 2014, en medio del auge del Estado Islámico en Irak y Siria, Hapilon juró lealtad a esta organización terrorista y se desvinculó de Al Qaeda. En 2016 el líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, encomendó a Hapilon liderar esta organización en el Sudeste asiático.
Hapilon encabeza ahora la alianza islamista Dawlatul Islam Wilayatul Mashriq que, aparentemente, incluye facciones de Abu Sayyaf. Otra parte de la alianza la encarna el grupo criminal y terrorista Maute, también vinculado con el EI, qué lanzó el ataque contra Marawi el pasado 23 de mayo desencadenando la actual crisis.
Este lunes se unió a los islamistas otro grupo llamado Combatientes Islámicos por la Libertad de Bangsamoro. Según el Gobierno, entre los islamistas aniquilados figuran oriundos de Malasia, Indonesia, así como, posiblemente, varios árabes.
¿Qué pasó el 23 de mayo?
Para capturar a Isnilon Hapilon las fuerzas gubernamentales lanzan ocasionalmente operaciones fuertemente armadas, recurriendo incluso a bombardeos, como está ocurriendo ahora. La última tuvo lugar este 23 de mayo en la ciudad de Marawi, donde el Gobierno cree que se esconde Hapilon.
Unos 50 milicianos del Grupo Maute, que interviene en apoyo de Hapilon, lograron hacerse con el control de algunas partes de la ciudad, tomando rehenes en la catedral de Marawi y prendiendo fuego a varios edificios. Además, según distintos medios de comunicación, los milicianos ocuparon algunos hospitales, la alcaldía y la cárcel local, liberando a los reos.
Desde entonces no cesan los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los milicianos de Maute y de Abu Sayyaf.
La Ley Marcial
En respuesta a esta ola de violencia, el mismo 23 de mayo el presidente Duterte declaró una Ley Marcial de 60 días, no solo en la ciudad, sino en toda la isla de Mindanao, lo que ha generado una fuerte polémica dentro del país. Para justificar su decisión, Duterte esgrime que las actividades de los milicianos constituyen en sí una rebelión con intención de establecer un califato del Estado Islámico.
La Constitución de Filipinas impone serias limitaciones sobre el uso de la Ley Marcial, debido a la herencia abusiva del dictador Ferdinand Marcos. De hecho, tanto el Parlamento como la Corte Suprema pueden revocar la Ley o impedir su prolongación. Mientras Duterte goza del apoyo de los diputados, la presidenta de la Corte Suprema, Maria Lourdes Sereno, ha expresado sus preocupaciones por las acciones de Duterte.
El problema comunista
El Partido Comunista de Filipinas ha condenado la Ley Marcial porque también afecta a su rama armada, el Nuevo Ejército del Pueblo, al que insta a responder al Gobierno con "ofensivas tácticas" en toda la isla, mientras llama a los filipinos a luchar contra la Ley Marcial. Mientras tanto, la amplia coalición comunista denominada Frente Nacional Democrático suspendió las negociaciones de paz con el Gobierno que se llevan a cabo en Países Bajos.
¿Qué pasa ahora?
Transcurrida una semana desde el inicio del conflicto, partes de la ciudad de Marawi siguen ocupadas por los milicianos, aunque el Ejército asegura que controla la ciudad casi en su totalidad. El portavoz del Ejército, Restituto Padilla, afirmó este lunes que "los comandantes sobre el terreno aseguran que el final está cerca".