Un choque entre policías y estudiantes de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga en Tiripetío (Michoacán, México) terminó con un alumno herido de gravedad en la cara a causa de un disparo con arma de fuego.
Los jóvenes bloquearon las vías del tren que pasa por la localidad debido a que la beca estatal que reciben lleva un retraso de dos meses y, cuando llegaron los agentes estatales y federales, se refugiaron en las instalaciones del centro educativo.
Al menos 60 elementos de las fuerzas de seguridad los siguieron hasta ese lugar y detuvieron a uno de los normalistas. En ese momento, los estudiantes los encararon pero, cuando retrocedieron, los oficiales les dispararon.
Un comunicado de los estudiantes asegura que "elementos de la Policía" entraron en las instalaciones "mientras jóvenes de cuarto grado realizaban actividades de brigadeo" y eso "ocasionó un disturbio".
#GaleríasLaJornada Represión en #Tiripetío Michoacán https://t.co/rv7LEnZJbWpic.twitter.com/bcsxXefqFc— La Jornada (@lajornadaonline) June 22, 2017
El suceso concluyó con la lesión de "un compañero que recibió un impacto de bala en la cara", mientras que la vida de otros jóvenes corre peligro "por la gravedad de las heridas" que sufrieron.
En un fuerte video difundido en redes sociales se aprecia cómo el estudiante Gael Solorio es atendido por sus compañeros y se desvanece mientras abundante sangre corre por su rostro. Además, en otras fotografías se pueden ver casquillos de bala.
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Por su parte, las autoridades aseveraron que los estudiantes retuvieron diversos camiones y la Policía los intentó recuperar. Además, la Secretaría de Seguridad Pública aseguró que dialogaron con los normalistas para liberar las vías, pero los estudiantes incendiaron dos camionetas y un autobús.
Finalmente, esos presuntos "hechos delictivos" provocaron que seis policías resultaran lesionados durante el operativo.
'Garrotiza'
Las escuelas normales rurales de México, vigentes desde los años 20 del siglo pasado, forman a jóvenes de escasos recursos para que vuelven a comunidades y eduquen a indígenas y campesinos. Hoy en día sobreviven 16 centros educativos de ese tipo y, por su activismo político, sus integrantes se enfrentan frecuentemente con las autoridades.
"Los ataques a normalistas rurales corresponden a un patrón de conducta represiva desbordado en Ayotzinapa, con el saldo histórico de 43 estudiantes desaparecidos" en septiembre de 2014, escribe el articulista Julio Hernández López.
Desde entonces, la represión contra los estudiantes de estas escuelas rurales mexicanas no ha parado. El propio gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, se congratuló de la 'garrotiza' que recibieron los estudiantes de Tiripetío el 9 de junio, cuando la Policía los interceptó mientras viajaban al estado de Aguascalientes para apoyar a sus compañeras del poblado de Cañada Honda.
El Gobierno de Aureoles se ha destacado por el uso de la fuerza policial, como ocurrió en este año con los pueblos indígenas de Caltzontzin y Arantepacua.