La semana pasada Irán siguió el ejemplo de Rusia y EE.UU. atacando con misiles balísticos las posiciones del Estado Islámico en Siria. El lanzamiento de seis misiles Zolfaqar de corto alcance puso en relieve el programa de misiles de Teherán, lo que plantea un reto para toda la región de Oriente Medio, informa la revista 'The National Interest'.
Según la organización estadounidense de seguridad global Iniciativa de Amenaza Nuclear, la República Islámica contaría con entre 200 y 300 misiles balísticos. Entre ellos el Shahab-1 y Shahab-2 con propulsores de combustible líquido y un alcance de unos 300 y 500 kilómetros respectivamente. Estos proyectiles datan de la década de los años 1980 y su precisión no es muy alta.
La nación persa también posee misiles Shahab-3, que tendrían un alcance aproximado de 2.000 kilómetros, y una versión mejorada de este, el Ghadr-1, que tiene un rango de alcance similar al de su predecesor, pero cuenta con mayor estabilidad, maniobrabilidad y precisión.
Pero el desarrollo de misiles por parte de Irán dio un gran salto en el 2008 con el lanzamiento del misil de alcance medio denominado 'Sejil'. A diferencia de los anteriores proyectiles iraníes, el Sejil está equipado con un propulsor de combustible sólido y reemplazaría a los misiles de combustible líquido de corto alcance. Se desconoce el rango de alcance de este misil balístico, pero se estima que sería similar al del Shahab-3.
El ejemplo de Corea del Norte
Los Sejil tendrían una versión mejorada, e incluso se estaría desarrollando el Sejil-3, con un alcance de alrededor de 3.800 kilómetros. Además, Teherán contaría con misiles norcoreanos importados Musudan (Khorramshahr, en la versión iraní) de medio alcance, que los iraníes habrían mejorado.
El arma usada contra el EI, el Zolfaqar, es de combustible sólido, lleva una carga explosiva de casi 500 kilógramos y un alcance de unos 750 kilómetros. Si bien tiene una ojiva más pequeña que el Shahab-1 y 2, el Zolfaqar es mucho más preciso, por lo que este sería el reemplazo de esos antiguos proyectiles.
Irán no tiene en la actualidad misiles balísticos intercontinentales, pero Corea del Norte ha demostrado que incluso un país con medios limitados puede construir un programa de misiles fiable capaces de impactar en territorio estadounidense, advierte la revista.