El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha expresado su asombro por la polémica generada en torno al hijo del mandatario estadounidense Donald Trump Jr., por mantener una reunión con la abogada rusa Natalia Veselnítskaya en 2016.
"Para mí es un disparate en gran medida, porque ¿qué problema puede haber, qué amenaza, en que alguien hable con un abogado?", ha comentado el jefe de la diplomacia rusa este miércoles durante una rueda de prensa con su homólogo belga, Didier Reynders.
Lavrov ha contado que se enteró de la noticia a través de la televisión. "Es increíble cómo personas serias hacen una montaña de un grano de arena, y es posible que ni siquiera haya un grano", ha comentado el diplomático, en declaraciones recogidas por RIA Novosti.
Las acusaciones contra Rusia buscan "revertir el resultado de las elecciones" de EE.UU.
"No hemos oído ni un hecho, ni un solo hecho que refuerce al menos de alguna manera estas afirmaciones sin fundamento", ha declarado Lavrov en referencia a las acusaciones sobre la supuesta injerencia de Rusia en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El diplomático ruso ha señalado que, dada la falta de pruebas contundentes, habría que dirigir las preguntas sobre este tema "a los congresistas y a quienes intentan mantener este asunto vivo".
Por su parte, el Gobierno ruso no tiene dudas de que la agitación actual "está pensada para revertir el resultado de las elecciones ganadas por Donald Trump", ha indicado Lavrov.
El profesor de historia contemporánea José Luis Orella tiene una opinión parecida al respecto y sostiene que en EE.UU. existe una coalición de sectores políticos demócratas y medios de comunicación que quieren expulsar a Trump del poder por una vía no legal. "A nivel de política interna de los Estados Unidos hay todo un proceso, todo un ataque, una política en contra del presidente actual Donald Trump", ha comentado Orella a RT.
El Gobierno ruso ha rechazado en repetidas ocasiones las acusaciones sobre su presunta injerencia en los comicios presidenciales estadounidenses. Durante la entrevista concedida al cineasta Oliver Stone, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, acusó a Washington de intervenir "en campañas electorales de otros países de manera activa por todo el mundo" y señaló que, por ende, no tendría que "ofenderse" si alguien "de alguna manera influyera, tratara de influir o participara en esos procesos".