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Brasil desbancará a EE.UU. como primer productor mundial de un popular cultivo
De aquí a 2026, el país sudamericano se convertirá en el mayor productor del mundo de una legumbre, según un estudio de la OCDE y de la FAO.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicaron su estudio "Perspectivas Agrícolas 2017 - 2026". Este informe da cuenta de las tendencias de precios y de producción de productos del agro para la próxima década.
Allí se sostiene que Brasil finalizará este período superando a los EE.UU. como principal productor mundial de soya (o soja). La FAO apunta que mientras el ritmo de crecimiento mundial de este producto será del 1,9% -por debajo del 4,9% de los últimos diez años- en Brasil será del 2,6%. Esto supone "el mayor crecimiento de los principales productores", entre los que se cuentan Argentina (2,1% anual) y EE.UU. (1% anual).
A ese ritmo, el gigante sudamericano superará en los próximos años a la potencia del Norte. Se estima que para 2026, ambos países se repartirán el 80% de las exportaciones mundiales de soya. Asimismo, según el Centro de Noticias de Naciones Unidas, tendrán en sus manos el 44% del mercado mundial de productos agrícolas.
Más allá de la soya
La investigación sostiene que en promedio la producción de cereales avanzará un 1% por año. Sin embargo, desagregado esto implica que dentro de diez años el trigo habrá crecido un 11%, el maíz un 14% y el arroz un 13%.
En relación al maíz, el diario uruguayo 'El País' destacó que su aumento en la producción se dará en un 90% por mejoras en el rendimiento y el 10% restante estará relacionado con un aumento de la superficie cultivada.
Citado por el mismo medio, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, dijo que "está previsto que aumente la disponibilidad media de calorías por persona/día en los países menos adelantados y en la mayoría de las economías emergentes". No obstante, aclaró que "el hecho de tener más alimentos no basta para poner fin a la subalimentación y a otras formas de malnutrición", ya que se trata de una lucha "más compleja".
"Para acabar con la malnutrición se necesita una dieta diversificada, inocua y nutritiva, y sería perfecto si su producción tuviera una huella ecológica menor", aseveró.
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