Más de 370 presuntos combatientes del Estado Islámico están siendo retenidos en condiciones extremadamente precarias en una prisión al sur de la recién liberada ciudad de Mosul.
La cárcel, sin electricidad, ventanas ni ventilación, había recibido 1.150 detenidos en los últimos tres meses, pero casi la mitad de ellos fueron enviados a la capital iraquí, Bagdad, para continuar con la investigación.
Las imágenes de la instalación muestran una sala con centenares de hombres, algunos de ellos con el pecho desnudo y sentados en el suelo. Muchos de los detenidos presentan infecciones en la piel y otros problemas de salud.
Ejecuciones extrajudiciales
Las fuerzas iraquíes han sido criticadas por maltratar a personas sospechosas de tener vínculos con el Estado Islámico durante la batalla de ocho meses de duración para liberar a Mosul.
Asimismo, según informó el diario británico 'The Independent', las fuerzas de seguridad iraquíes realizan ejecuciones extrajudiciales contra los miembros de la organización terrorista que capturaron en Mosul, debido a que no confían en el Gobierno ni en el sistema judicial de Irak.
Funcionarios iraquíes aseguran que "los soldados prefieren disparar o arrojar a los terroristas desde la azoteas de edificios altos" porque, si les envían a prisión, sobornarán a las autoridades y saldrán en libertad.