Las nuevas sanciones de EE.UU. contra Rusia perjudicarían a sus propias petroleras
Si las medidas incluidas en un proyecto de ley que pretende cortar la inversión proveniente de Estados Unidos a las petroleras rusas se aprueban tendrían "consecuencias no deseadas", advierte un artículo del periódico 'Financial Times'.
Esa iniciativa, que obtuvo 97 votos de apoyo —y solo dos en contra— en el Senado de EE.UU. este junio, prohibiría a las personas físicas y jurídicas estadounidenses proveer con bienes, servicios o tecnología cualquier proyecto en aguas profundas en el que esté "involucrada" alguna compañía rusa.
Los estadounidenses saldrían perdiendo
Diferentes representantes del sector petrolero han empleado diversos canales para comunicar que esa iniciativa antirrusa podría dañar la competitividad de las compañías estadounidenses y obstaculizar la producción de petróleo y gas en muchos países fuera de Rusia.
Por ejemplo, el presidente de la Asociación de Servicios y Equipos de Petróleo de EE.UU., Leslie Beyer, ha eviado una carta al líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en la que ha advertido que esa "dramática escalada" de sanciones propuesta pondría trabas a las compañías estadounidenses en los mercados mundiales y causaría "pérdidas en empleos y contracción económica".
Además, el presidente del grupo industrial en el Instituto de Petróleo Estadounidense, Jack Gerard, ha declarado que apoyaba el uso de sanciones, pero ha instado a los legisladores a que realicen "modificaciones críticas" para evitar que el consenso bipartidista provoque "consecuencias no deseadas" para las compañías estadounidenses de ese sector.
Dos víctimas potenciales
Uno de los proyectos que podrían paralizarse sería la extracción de gas que la firma británca BP realiza en el yacimiento Shah Deniz 2 del mar Caspio —un proyecto en el que la petrolera rusa Lukoil participa con al 10 %— debido a que depende en gran medida de los equipos y los servicios que ofrecen empresas estadounidenses. Se da la circunstancia de que su intención es suministrar gas condensado a Europa desde Azerbaiyán para competir con los suministros rusos.
Chevron sufriría otro posible daño colateral en la inversión de 37.000 millones de dólares que realizó en el proyecto Tengiz de Kazajistán. Su petróleo llega hasta el mar Negro a través de un oleoducto que atraviesa territorio ruso y las sanciones prohibirían la "construcción, modernización o reparación" de esa infraestructura.
Indignación en Europa
Los dirigentes de algunas compañías energéticas de Europa también reprobaron la posibilidad de que EE.UU. instaure nuevas sanciones a Rusia. Así, el presidente de la Junta Ejecutiva del consorcio austriaco OMV, Reiner Seele, ha recordado que "los volúmenes adicionales de gas natural desde Rusia son necesarios", porque las capacidades de extracción del viejo continente "en gran parte comienzan a reducirse".
Por su parte, el director ejecutivo de Nord Stream, Matthias Warnig, ha destacado que esas medidas punitivas "tendrían un impacto horrible sobre el suministro con petróleo y gas" y "afectarían a todos, desde China hasta Europa Occidental".