Claves para entender las elecciones primarias en Argentina
El domingo 13 de agosto se celebran elecciones primarias en Argentina para elegir diputados y senadores. A diferencia de lo que sucede en otros países, esta primera vuelta electoral es obligatoria para los votantes.
Si bien habrá 24 elecciones ―una por cada provincia del país― todos los ojos estarán centrados en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande. Allí la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner peleará por una banca en el Senado.
Aunque su triunfo o derrota no modificará de manera sustancial la composición del Congreso argentino, sí marcará el futuro político del país. Mientras desde el gobierno actual buscan derrotarla para eliminar sus chances de volver a presentarse a la presidencia en 2019, para el kirchnerismo se ha vuelto la única figura capaz de aglutinar una oposición frontal al actual modelo.
¿Cómo funcionan las primarias en Argentina?
Desde el año 2011, en el país sudamericano antes de cada elección se realizan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Todos los partidos que quieran aspirar a algún cargo, deben participar de ellas y la población tiene la obligación de ir a votar.
Aquellas candidaturas que no superen el 1,5 % de los votos quedan eliminadas y no participan de la elección general. Asimismo, aquellas alianzas que presentan más de una lista dirimen su interna de cara a toda la sociedad y los votos que reciban serán los que determinen la conformación final de la boleta electoral.
La estratégica provincia de Buenos Aires
Rodeando a la capital del país se encuentra el distrito que representa por sí solo el 37 % del padrón electoral nacional. Siempre que se realizan elecciones de medio término (cuando no se elige presidente), se utiliza como termómetro para evaluar la aprobación al gobierno de turno o para vislumbrar figuras políticas en ascenso.
Por eso la expresidenta eligió ese lugar para pelear por una banca al Senado. Una victoria suya en el territorio bonaerense supondrá un duro golpe al gobierno actual. Es que "esta elección va a funcionar como un plebiscito de la gestión de gobierno de Mauricio Macri a dos años de haber asumido", explicó en diálogo con RT el sociólogo y analista político Martín Ogando.
Desde su perspectiva, en la provincia más populosa de Argentina se concentra "gran parte de la expectativa y de las lecturas posteriores que se van a hacer respecto al apoyo o crítica por parte del electorado al oficialismo".
Las primarias y la estrategia de Cambiemos
Ogando puntualizó que hay que tener en cuenta que "este domingo se van a realizar primarias de cara a unas legislativas cuyo capítulo final va a ser en el mes de octubre". En ese marco, "la única fuerza que se presenta como un frente nacional con relativa homogeneidad es el oficialismo de Cambiemos".
Por eso, "el macrismo está mejor posicionado para ser la primera fuerza electoral nacional si se suma el conjunto de las performances de las provincias". El analista Federico Dalponte coincide, pero hace una aclaración: "El único frente con presencia nacional dirá que ganó, aunque no compite contra nadie". Según su mirada, debido a los vaivenes de la política argentina "hoy gana siempre el que controla la Casa Rosada, el único con capacidad de unificar estrategia a lo largo y ancho del país".
Asimismo, si bien "la mayoría de las encuestas dan un triunfo de la expresidenta, ya sea por resultados más holgados o más parejos", Ogando aclaró que el oficialismo "apuesta incluso a una derrota por poco margen buscando capitalizar hacia octubre la imagen negativa que Cristina mantiene para captar voto antikirchnerista y de esta manera revertir el resultado".
La agenda electoral y los efectos de la votación
En el marco de esta elección "ha habido una fuerte disputa sobre cuál es la agenda de los candidatos", sostuvo el sociólogo. Por un lado, Cristina Kirchner "buscó poner sobre la mesa la situación de los afectados por el ajuste económico". Mientras que Cambiemos ha desarrollado un eje "basado en el optimismo respecto a un cambio y una recuperación que ya está en marcha" sumado a una idea "de no volver atrás azuzando el fantasma del populismo y la lucha contra la corrupción que efectivamente cruzó a muchos funcionarios del gobierno anterior".
No obstante, el oficialismo tiene "la dificultad de conectar los muy leves indicadores macroeconómicos que muestran algunos indicios positivos", con la sensación cotidiana de la gente que "fundamentalmente en la periferia de la Ciudad de Buenos Aires sigue viviendo en condiciones de pobreza, sin acceso a servicios básicos".
Finalmente, una discusión que ha cruzado a políticos y analistas diversos ha sido la de cómo influirá el resultado en las políticas gubernamentales. "Se ha agitado el fantasma de que un triunfo de Cristina Kirchner tenga un efecto desalentador en las inversiones", y además ya se han dado "corridas cambiarias que han llevado a perder unos 2.000 millones de dólares de reservas al Banco Central", recordó Ogando.
Asimismo, existen especulaciones sobre qué efectos puede tener una derrota de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires en relación a una serie de políticas y reformas económicas que el oficialismo está planteando. Entre estas se cuentan "una reforma previsional, impositiva y sobre todo una reforma laboral" que busca "precarizar las condiciones de trabajo y atacar uno de los bastiones históricos de la clase trabajadora argentina, que es el poder de negociación de los grandes sindicatos por rama de actividad", remarcó el especialista.
Habrá que esperar para saber si un revés electoral del gobierno puede "morigerar esta ofensiva y replantear su política o si a partir de la presión de los grandes grupos de poder ese ataque a las condiciones de trabajo de todas maneras se van a intentar viabilizar con independencia del resultado electoral", concluyó Ogando.
Santiago Mayor