Cada día en Yemen se detectan más de 5.000 casos de cólera, mientras que el número total de afectados este año por la enfermedad es de 500.000, con 1.975 muertes confirmadas, según la Organización Mundial de la Salud, informa Reuters. Más del 99 por ciento de los adultos tratados a tiempo puede sobrevivir, pero los niños y los ancianos representan el grupo más vulnerable.
La OMS ha culpado en reiteradas ocasiones al sistema sanitario, destruido en el país, en medio de la así llamada 'guerra olvidada' de Yemen.
Todo empezó el 25 de marzo de 2015, cuando una coalición dirigida por Arabia Saudita atacó desde el aire a un grupo armado de hutíes en Yemen.
El conflicto, que enfrenta a los hutíes, leales al expresidente, Alí Abdalá Saleh, y a las fuerzas que apoyan al Gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi, no recibe la atención mediática debida, dado que la coalición saudí hace casi imposible cubrir el conflicto desde el terreno, debido al bloqueo aéreo, marítimo y terrestre en el país, informa NewStatesman.
Según Ahmed Baider, que trabaja en Saná desde que en 2011 estalló la Primavera Árabe, la situación empeoró radicalmente a partir de marzo de 2015. Para controlar el espacio aéreo se cerró el aeropuerto de Sana, la capital, por lo que, de forma deliberada o no, la coalición ha impedido el acceso de la prensa, afirma Baider.
La población civil, que se encuentra en el epicentro de la violencia, es víctima del hambre extrema, de la miseria, de la crisis humanitaria y de los abusos contra los derechos humanos. Las pésimas condiciones del sistema sanitario en medio del conflicto se añade a la desgracia de los yemeníes.
Según el informe de la OMS, aunque la propagación del cólera disminuyó en algunas áreas de Yemen, como en Saná, Hajjah y Arman, la enfermedad se está expandiendo rápidamente. La población empobrecida que no tiene apenas acceso a agua potable limpia, sufre por la escasez de alimentos y las condiciones higiénicas o, sencillamente, porque carece del modo de luchar contra la enfermedad.