Mientras que la tormenta tropical Harvey se aproxima a las costas del estado de Texas como un huracán de categoría 3 y mantiene en vilo a todo EE.UU., el presidente Donald Trump se dirigió junto a su familia a su residencia de Camp David.
Cuando el presidente Trump salió de la Casa Blanca para subir al helicóptero, los reporteros le realizaron preguntas sobre varios temas, incluso sobre su asesor económico y hasta sobre una esperada pelea de boxeo programada para el sábado.
Sin embargo, el mandatario respondió a una sola pregunta, que tenía que ver con el huracán Harvey, fenómeno que ha sido calificado por meteorólogos como "potencialmente mortal".
"Buena suerte a todos", fue el mensaje de Trump dirigido a los tejanos. "Van a estar a salvo. Buena suerte a todos".