La nueva orden ejecutiva del presidente de EE.UU., Donald Trump, que prohíbe negociar con algunos bonos del Gobierno de Venezuela y la petrolera estatal PDVSA es "grotesca y anacrónica", ha estimado el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, en una entrevista exclusiva con RT.
Con estas nuevas sanciones Washington "trata de ahorcar la economía venezolana", ha apuntado el ministro. En este sentido, afirmó que EE.UU. ha desarrollado una "tesis de la crisis humanitaria en Venezuela que es inexistente" y ahora "tratan de que sea realidad para la industria".
Sin embargo, "la estrategia financiera que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro va a enseñar hará ridículas estas sanciones" y Caracas "va a salir adelante con una economía fuerte como la nuestra, que tiene recursos naturales, que tiene petróleo por más de cien años", otras materias primas y "todas las capacidades para dar respuesta a cualquier compromiso financiero", ha prometido Arreaza.
"Ojalá los gobernantes de EE.UU. estuvieran a la altura de su pueblo"
"Venezuela siempre ha estrechado su mano y su corazón al pueblo de EE.UU. e incluso a su Gobierno", ha recordado el canciller, si bien ha destacado que esto debe ocurrir sobre la base de "una relación de respeto". Sin embargo, los gobernantes norteamericanos intentan "agredir" a Venezuela, país que "siempre" aboga por la vía del diálogo porque es "el principio del derecho internacional", ha subrayado.
En Venezuela "queremos, apreciamos y admiramos" al pueblo estadounidense, ha declarado Jorge Arreaza, puntualizando que "ojalá sus gobernantes estuvieran a la altura del pueblo de Estados Unidos". Caracas, que siempre ha abogado por las vías diplomáticas y los procesos de acercamiento, jamás apostaría por una agresión contra ningún pueblo del mundo, ha recordado el canciller venezolano, que también ha advertido que su país se defenderá "con todos los medios de cualquier agresión".
La oposición venezolana
El canciller venezolano también se ha pronunciado sobre el papel que –según él– la oposición de su país juega en la imposición de sanciones por Washington. Varios miembros de la oposición venezolana "viajan a Washington para procurar estas sanciones contra Venezuela y ahora tratan de decir al pueblo venezolano que las sanciones son culpa de Nicolás Maduro", ha opinado, lo que, a su juicio, es una "cosa absolutamente absurda y contradictoria".
"Necesitamos una oposición seria, nacionalista, que quiera a su Patria con las diferencias ideológicas que podemos tener, pero no podemos tener unos dirigentes traicionando a la Patria de esta manera y después tratando de esquivar la responsabilidad y responsabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro, que no ha hecho más que proteger al pueblo venezolano", ha declarado.
Este viernes la Casa Blanca prohibió hacer negocios con las nuevas emisiones de deuda y acciones de Venezuela o de su empresa petrolera estatal PDVSA, así como con algunos bonos ya existentes pertenecientes al sector público del Gobierno del país latinoamericano. Estas medidas son "fuertes y nuevas", reza el comunicado que las anunciaba.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachó las medidas de "ilegales" y aseguró que "violan la legalidad internacional, la Carta de las Naciones Unidas y, sencillamente, ratifican un camino imperial de agresión contra Venezuela".
Tras conocerse las sanciones de EE.UU., cientos de personas mostraron en Cuba su solidaridad con Caracas saliendo a las calles de La Habana para exigir respeto a la soberanía del país con consignas como "Trump fuera de Venezuela".
"La más grave e insolente amenaza jamás proferida contra la Patria de Bolívar"
El pasado 11 de agosto, Donald Trump afirmó que Washington maneja "muchas opciones" en relación a Venezuela sin descartar "la opción militar". Pocas horas después, se negó a mantener una conversación telefónica con Nicolás Maduro, debido al rechazo de EE.UU. respecto al proceso de formación de la Constituyente de Venezuela.
El mandatario norteamericano se comportó de esta manera un día después de que Maduro reiterara que Caracas desea "tener relaciones normales" y "públicas" de "cooperación" con Washington.
Las amenazas de Trump no pasaron desapercibidas para varios Gobiernos latinoamericanos. Países como Uruguay, México, Bolivia, Chile y Colombia manifestaron su rechazo a las declaraciones del inquilino de la Casa Blanca. El canciller de Perú, Ricardo Luna, apuntó que "todas las amenazas extranjeras o nacionales de recurrir a la fuerza" socavan "los principios consagrados en la Carta de la ONU".
En la propia Venezuela, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas Poljak, calificó las palabras del mandatario estadounidense como "la más grave e insolente amenaza jamás proferida contra la Patria de [Simón] Bolívar".