Santiago Maldonado desapareció el 1 de agosto de 2017, luego de que la Gendarmería argentina desatara una brutal represión contra una comunidad mapuche en la provincia de Chubut. Desde el primer día, sus familiares se pusieron al frente de una vigorosa campaña que ha logrado sacudir a la opinión pública del país y clama por su aparición con vida.
Durante varias semanas tuvieron sus familiares que pelear para que la Justicia reconociera que se trataba de un caso de desaparición forzada y no de un joven de 28 años que se había "extraviado" o "ido a pasear". En un país como Argentina, tachonado en historia todavía reciente por millares de desapariciones, el presidente Mauricio Macri demoró 35 días en hacer mención pública al hecho, y sólo para decir que organismos oficiales estaban "colaborando" con la investigación.
"La única hipótesis es la de desaparición forzada de persona, y se está investigando a la Gendarmería directamente", explicó a RT Sergio Maldonado, hermano de Santiago, quien se ha convertido en vocero de la causa. Sergio venía de reunirse este jueves con la fiscal Silvina Ávila, que está a cargo de las averiguaciones. "No hay ninguna otra hipótesis que sea válida", enfatizó.
Respaldos y rechazos
Lamentablemente, el caso de Santiago Maldonado no es el primero en Argentina. La desaparición forzada de personas tiene en el país un triste y largo historial desde la época de la última dictadura (1976-1983), pero también en los años de democracia. No es entonces casual que muchos familiares de esas víctimas se hayan acercado a los Maldonado para brindar su solidaridad.
"Yo estoy en contacto con Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga; también con la mamá de Miguel Bru, y también con Rubén López, el hijo de Julio López", relató Sergio. Todos ellos, dijo, "van pasando sus experiencias de cómo vivir" una experiencia tan brutal. Y en base a eso, los Maldonado "tomamos cosas que nos sirven y nos ayudan", añadió.
Sergio hizo especial reconocimiento a organismos de derechos humanos que los están "acompañando e incluso son querellantes en la causa". Entre ellos se cuentan el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y la Comisión por la Memoria. "Más allá de eso, yo tengo una comunicación aparte con las Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas y Taty Almeyda, que me llaman seguido", subrayó.
Como contracara, desde el Gobierno nacional no tuvieron "ninguna asistencia hasta la semana pasada", cuando por medio de la abogada de la familia presentaron una nota para pedir "que intervengan peritos de parte nuestra y de la ONU" y que se reconozca el hecho "como desaparición forzada de persona". El hermano de Santiago reclamó que recién "a los ocho días de la desaparición" los contactó un funcionario por primera vez. Fue el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Millman, a quien acusa de decir "algo ridículo: que no se habían podido comunicar con nosotros".
Manipulación de los medios
Otro aspecto que ha generdo polémica es la actuación de los medios de comunicación locales. Mientras en todo el mundo el reclamo por la aparición con vida de Santiago se iba masificando, en Argentina las grandes empresas periodísticas tergiversaban la información.
"Arrancaron diciendo que se había ido a Entre Ríos, a 'dar vueltas', y nosotros desde el segundo día sabíamos que era desaparición forzada de persona, porque la fuerza involucrada era Gendarmería y se lo había llevado", disparó Sergio. Si bien reconoció que "algunos medios lo tomaron bien desde el principio", otros "siempre lo hicieron para favorecer al gobierno", presentando "pistas falsas que lo que hacían era distraer y desvíar" la investigación.
También cuestionó que el propio gobierno planteara desde un comienzo que se trataba de "una persona extraviada" y hasta ofreciera una recompensa en función de eso, que sólo "aportaba a la confusión y a no reconocer que era una desaparición forzada".
"Esto es algo sistemático", insistió Sergio. En todos los casos que desaparecen gente, dijo, "siempre se usa lo mismo: que un camionero lo vio, que lo llevaron a tal lado, que se fue a Chile, a Uruguay". Y parece que las fronteras "son un colador: cruza gente como si nada y nadie los ve".
El apoyo popular y el sentido común
Finalmente, el hermano de Santiago remarcó la importancia que han tenido las masivas manifestaciones que exigen su aparición con vida. "La reacción popular es el mayor apoyo que nosotros tenemos, junto a lo que sucede en las redes sociales. Eso juega un papel fundamental".
Por el contrario, añadió, "la gente que no apoya esta causa o está en contra de exigir que aparezca Santiago, lo que hace es compartir cosas que son falsas y eso desvirtúa el reclamo".
Por ese motivo llamó a "tomar conciencia" y no dejarse "engañar". "Es sentido común: si pasaron casi 40 días y desde el 24 de agosto se reconoció que era desaparición forzada, y se sigue cuestionando si es que se fue a otro lado... que alguien me explique cómo hace una persona para andar dando vueltas y que nadie lo vea", preguntó.
Y concluyó contundente: "Es una desaparición forzada de persona: se lo llevó Gendarmería, punto".
Santiago Mayor