El canciller ruso explica la situación del supuesto uso de armas químicas en Siria

Serguéi Lavrov ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha abordado el tema del presunto incidente químico en Jan Sheijun.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha concedido este vienes una rueda de prensa en Nueva York (EE.UU.), un día después de su discurso en la 72.ª sesión de la Asamblea General de la ONU.

Mientras hablaba con los periodistas, el canciller se ha referido al supuesto incidente químico que se produjo el 4 de abril en la localidad siria de Jan Sheijun durante los combates entre las fuerzas gubernamentales y la oposición armada, que controlaba la ciudad. 

Tras el ataque, los Cascos Blancos declararon que se había utilizado gas sarín, aunque en las imágenes mostradas se apreciaba un cráter que no podría haber sido causado por una bomba química diseñada para ser lanzada desde una aeronave, aclaró Lavrov. Tras el incidente, EE.UU. afirmó que el avión habría llegado desde la base de Shairat, perteneciente a las tropas gubernamentales, y un día después solicitaron a Rusia que pidiera al Gobierno sirio que permita a representantes de Washington visitar la instalación para hallar las pruebas de la responsabilidad del Gobierno sirio, remarcó.

"EE.UU. entendió que no encontraría nada en la base de Shairat"

No obstante, al comunicarle Moscú a EE.UU. que Damasco no solo se lo permitía, sino que también "invitaba" a expertos al lugar, los estadounidenses dijeron que "ya no lo necesitamos, gracias", agregó el canciller ruso. Por lo tanto, la parte norteamericana "entendió ya antes de aquel momento que no encontraría nada en el lugar", concluyó.

Tras esto, Rusia invitó a los expertos de la OPAQ [Organización para la Prohibición de las Armas Químicas] a visitar tanto la base aérea como el lugar del ataque, si bien la respuesta fue que "no era seguro [hacerlo] porque el lugar del incidente se encontraba bajo el control del [Frente al Nusra]" y "no quisieron" ir a la base aérea porque "no les hacía falta [hacerlo]", recalcó.

Y mientras se indicaba que "no era seguro" ir al lugar de la caída de la supuesta bomba, los expertos de la OPAQ afirmaron que ya tenían pruebas tomadas allí y que las mismas habían sido analizadas por tres países miembros de la misma, declaraciones que Francia y el Reino Unido apoyaron afirmando que el análisis de las pruebas fue llevado a cabo en sus respectivos territorios, sostuvo Lavrov.

Una investigación de carácter "anormal e incorrecto"

Si París y Londres obtuvieron pruebas de un lugar declarado "no seguro" por la OPAQ, entonces ambos países pueden ejercer influencia sobre las fuerzas que controlan la zona, o conocen a quienes lo pueden hacer, aseveró el ministro ruso. "Esto es un hecho tan obvio, que creo que ni siquiera se requiere algún argumento para mostrar lo anormal e incorrecto que es este tipo de actitud", sentenció.

"Nadie nos puede demostrar que las pruebas que fueron analizadas en Londres y París no habían sido abiertas [antes de los análisis] y que llegaron [a los laboratorios] intactas, de acuerdo con las reglas de la OPAQ", subrayó. Si bien basándose en estas pruebas apareció un informe según el cual el Gobierno de Siria habría usado en la zona gas sarín, el documento "no contiene ni una sola afirmación" e incluye muchas palabras como "supuestamente" o "presuntamente", apuntó Lavrov. "No es una actitud científica", lamentó y apuntó que se trata de "una de las cuestiones más agudas en la actualidad internacional".

"Esperamos que los expertos del mecanismo conjunto de la investigación visiten pronto el aeropuerto de Shairat, porque desde el inicio [de la situación] hubo declaraciones en las que se afirmaba que desde ese mismo lugar habría despegado el avión con la bomba química", concluyó Serguéi Lavrov.