Varios civiles han muerto este miércoles en Afganistán como resultado de un bombardeo llevado a cabo por la aviación de EE.UU., comunica el servicio de prensa de la operación Apoyo Decidido de la OTAN en su cuenta de Facebook.
El bombardeo se efectuó como respuesta al ataque terrorista "fallido", perpetrado pocas horas antes en el Aeropuerto Internacional de Kabul contra el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
"Lamentablemente, uno de los misiles (de la aviación estadounidense) falló causando varias bajas" entre la población civil, señala el comunicado, sin especificar la cifra de víctimas. La operación Apoyo Decidido "lamenta profundamente el daño causado" y ya se ha puesto en marcha una investigación sobre este incidente, agregó.
Mattis y Stoltenberg llegaron este miércoles a Kabul en una visita oficial no anunciada, y poco después de que los funcionarios abandonaran el aeropuerto, varios misiles cayeron en las instalaciones de esa terminal aérea. La organización terrorista Estado Islámico y el movimiento radical de los talibanes se atribuyeron la responsabilidad de ese ataque, que dejó al menos un muerto y cuatro heridos.
Esta es la primera visita oficial del secretario de Defensa a Afganistán desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, decidiera en agosto intensificar la participación estadounidense en el país, devastado por la guerra.
En agosto, Trump ya anunció la estrategia de su país respecto a Afganistán. El mandatario precisó que la salida rápida de las tropas estadounidenses era inaceptable porque dejaría un vacío de poder y señaló que la línea política de Washington no tendrá un enfoque en el tiempo, sino en las condiciones que se encuentren en territorio afgano.
También agregó que no revelaría el número de las tropas desplegadas en la región, ya que "los enemigos de EE.UU. nunca deben conocer nuestros planes o creer que pueden aguardarnos".
En septiembre, Mattis confirmó que más de 3.000 soldados adicionales de EE.UU. se dirigirán a Afganistán como parte de la nueva estrategia de Trump.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, describió la estrategia como un "callejón sin salida", ya que se basa principalmente en el uso de la fuerza. La estrategia también permite negociaciones con los talibanes sin condiciones previas, lo cual es un defecto importante, según el canciller ruso.