El joven estadounidense Otto Warmbier, quien falleció en junio pasado poco después de llegar a EE.UU. en estado de coma tras haber pasado más de un año encarcelado en Corea del Norte, murió debido a una deficiencia crónica de oxígeno y sangre en el cerebro, según los resultados de la autopsia realizada por la Oficina Forense del condado de Hamilton (Ohio, Estados Unidos).
Los forenses determinaron que la herida cerebral con la que Warmbier regresó a su país, la sufrió más de un año antes de que falleciera. "No sabemos qué le pasó ni qué fue lo que le provocó estas lesiones", agregaron los expertos, señalando que a estas alturas es imposible establecer las causas de esas heridas, a menos que esa información sea proporcionada por aquellos que saben lo que sucedió.
Por otra parte, los forenses no ratificaron las palabras de los padres de Otto, quienes esta semana denunciaron que durante la detención de su hijo en el país asiático, este había sido torturado sistemáticamente y que incluso le mutilaron los dientes con pinzas. "No tenemos pruebas suficientes" para determinar que Otto fuera torturado y no hay evidencias de trauma en su dentadura, resaltaron los especialistas.
En marzo del 2016, Otto Warmbier fue declarado culpable de crímenes contra el Estado y condenado a 15 años de prisión con trabajos forzados por haber robado un cartel con un lema político del hotel en el que se alojaba en Pionyang. El joven fue trasladado a EE.UU. desde Corea del Norte el pasado 13 de junio con una "grave lesión neurológica" y murió poco después a la edad de 22 años.