Según las estadísticas oficiales, siete niños murieron a manos de brujos y curanderos el año pasado en Uganda. También hombres y mujeres adultos son asesinados para utilizar sus cadáveres en los inhumanos ritos que se realizan en el país africano con diferentes objetivos, y que encargan tanto personas individuales como comunidades enteras.
En Uganda está muy extendida la creencia de que los sacrificios rituales constituyen una manera rápida de conseguir bienestar y salud, afirma el periódico 'USA Today', que cita un reciente caso de asesinato de un niño de 8 años. Su cadáver fue hallado en una ciénaga sin los dientes, labios, orejas y genitales. En otras ocasiones a las víctimas se les han cortado también las extremidades.
"No hay comida debido a la sequía actual y algunos creen que esto lo han provocado los espíritus ancestrales", explicó a los periodistas el curandero tradicional Joel Mugoya. "Por eso la gente tiene muchas ganas de realizar sacrificios para salir de este problema".
Los familiares de las víctimas se quejan de que las autoridades no prestan al problema la atención que merece. Por su parte, organizaciones cristianas tratan de luchar contra estos asesinatos rituales. "Trabajamos con la Policía para arrestar a los curanderos involucrados en este rito", declaró Peter Sewakiryanga, el pastor que encabeza los Ministerios Infantiles de Kyampisi, una organización cristiana que combate los sacrificios infantiles.
A consecuencia de estos esfuerzos han sido detenidas este septiembre 44 personas, una de las cuales confesó haber asesinado a ocho mujeres.