"Un 99% de probabilidad": California podría estar al borde de un fuerte terremoto
Una compañía de ingeniería y construcción estadounidense asegura que California (EE.UU.) debe prepararse para afrontar un sismo de gran magnitud que "estadísticamente está por llegar".
"Cada 20 o 25 años, Los Ángeles ha sido golpeada por un gran terremoto", afirmó para CNN, Mark Schaich, vicepresidente de ingeniería de Alpha Structural, Inc. El experto subrayó que ya han pasado 23 años desde que un sismo de magnitud 6,7 azotó la ciudad de Northridge, y por tanto, es posible que se avecine uno similar.
Las devastadoras consecuencias del terremoto de magnitud 7,1, que sacudió la parte central de México el pasado 19 de septiembre, sacaron a relucir las fallas en las estructuras de muchos edificios de la capital. Al respecto, el ingeniero afirmó que se está "tratando de evitar" un eventual colapso de edificios, como sucedió en los barrios más golpeados por el sismo en el país latinoamericano.
99% de probabilidad
Un estudio del servicio de investigación estadounidense US Geological Survey en el 2008, apunta a que hay una probabilidad de más del 99% de que un terremoto de magnitud igual o superior a 6,7 golpee el área de California durante los próximos 30 años.
Este sismo a lo largo de la falla de San Andrés —que discurre por unos 1.300 kilómetros a través de ese estado—, podría matar a unas 1.800 personas, dejar alrededor de 53.000 damnificados y unos 214.000 millones de dólares en daños materiales, enfatiza el informe.
Medidas preventivas
Sismólogos señalan que en Los Ángeles el proceso de reequipamiento de las edificaciones con estructuras sismorresistentes transcurre con lentitud y se espera que finalice para el 2022. Mientras tanto, en otras ciudades del estado como San Francisco, el proceso ha alcanzado el 99%.
Otra herramienta que podría salvar vidas y reducir los daños en caso de un evento sísmico son los sistemas de alarma temprana: sismómetros ubicados bajo tierra capaces de detectar cambios segundos antes de que sean perceptibles a mayor escala, y sensores en la costa oeste para la captura de datos en tiempo real y actuar más eficazmente. Desafortunadamente, EE.UU. ha visto limitado el desarrollo de estas medidas y de acuerdo con el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés), solo el 40% de los sensores necesarios están en el suelo.