Comenzó el referéndum de autodeterminación de Cataluña, una jornada histórica que se ha visto manchada por el accionar policial. El protagonismo de este domingo ha sido arrebatado a la fuerza de los votantes por la Policía española, que ha recurrido a la violencia para evitar que los catalanes definan el futuro de la región.
Un total de 460 personas han resultado heridas durante las cargas policiales efectuadas esta mañana en varios centros de votación del referéndum, según ha informado Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
Los agentes han optado por dispersar a las multitudes disparando balas de goma contra los manifestantes.
El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha acusado al Gobierno central de recurrir a la fuerza y la imposición para convencer a los catalanes. "Les acompañará esta vergüenza y a nosotros, la dignidad", ha asegurado Puigdemont cerca del pabellón de Sant Julià de Ramis, donde debía votar.
Hasta el momento, miles de catalanes no han logrado ejercer su voto donde les corresponde debido a los numerosos operativos de la Guardia Civil de búsqueda y decomiso de material electoral en los colegios electorales.
Los oficiales han cortado la conexión a Internet en varios de estos centros de votación con el objetivo de frenar la transmisión de datos electorales.