Un día después de que el Rey de España, Felipe VI, acusara al Gobierno catalán de saltarse la ley, dividir a la sociedad catalana y mostrar una "deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado", el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha lamentado que el monarca no hiciera ningún llamamiento al diálogo.
"Esperábamos un llamamiento al diálogo y a la concordia", ha lamentado Puigdemont, afirmando que, en este sentido, Felipe VI "decepcionó a mucha gente en Cataluña".
"El Rey ha perdido una oportunidad de dirigirse a los catalanes que esperaban mucho más de él", dijo el jefe del Gobierno catalán. "Somos una sociedad cohesionada en la diversidad", por lo cual "el mensaje del jefe del Estado que ha dirigido a una parte de Cataluña no lo podemos compartir ni aceptar", recalcó.
"El Rey hace suya la política de Rajoy, catastrófica para Cataluña"
"El Rey hace suyo el discurso y la política del Gobierno de [Mariano] Rajoy, que han sido catastróficas en relación a Cataluña", ha lamentado Puigdemont, agregando que el monarca "ignora deliberadamente a los millones de personas que no pensamos como ellos y que han sido víctimas de una violencia policial que ha helado el corazón a medio mundo".
Según él, Felipe VI "declinó con dureza" asumir el papel de moderador en la crisis y ha desempeñado un "rol inadecuado que solo busca allanar las decisiones del Gobierno español" con el fin de "acabar con las aspiraciones de soberanía del pueblo catalán".
Pese a las diferencias que enfrentan a la Generalitat y al Gobierno de Madrid en relación a la consulta, suspendida por el Tribunal Constitucional, Puigdemont ha apuntado que "personas con banderas de España y esteladas han rechazado la violencia de la Policía y han hecho una llamada a la vía pacífica". En este sentido, quiso dirigirse a españoles fuera de Cataluña "que nos han enviado su amistad y solidaridad, muy valiosa en estos momentos que estamos viviendo" y que extrañan "visiones más ponderadas de un problema político que sabemos que es complejo".
"Seguimos un camino democráticamente marcado por la voluntad de los ciudadanos y queremos seguir ser comprendido y respetado", ha destacado Puigdemont.