Pareciera que sólo quien vive una tragedia puede entender la de otros. Tal podría ser el caso de México frente a Puerto Rico, luego de que ambos países fueran sacudidos por desastres naturales en fechas casi simultánes y se encontraran por igual, ambos, huérfanos de la mano de su aliado más cercano: EE.UU.
La cancillería mexicana publicó en su página web un comunicado en el que anuncia solidaridad "con el pueblo estadounidense". En realidad, la disposición atañe a los habitantes de Puerto Rico, que tiene condición de 'estado asociado' de EE.UU., a quienes hará llegar 30 toneladas de agua potable, repelentes para insectos e insumos de urgente necesidad.
De igual manera, México enviará una brigada de la Comisión Federal de Electricidad para atender el suministro de energía, que ha fallado en 95% de la isla tras el paso del huracán María, que dejó más de 30 fallecidos, 3,4 millones de afectados y una "devastación total", según el portavoz del gobernador de Puerto Rico, Carlos Mercader.
La ayuda de Trump
Entretanto, la respuesta general a esa tragedia por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, ha sido calificada de inapropiada y ampliamente criticada, según Newsweek, que cita los tuits enviados por el mandatario a la alcaldesa de San Juan, capital de Puerto Rico, Carmen Yulín Cruz.
"La alcaldesa de San Juan, que fue muy amable hace unos pocos días, ha recibido órdenes de los demócratas de que tiene que ser desagradable con Trump" tuiteó el presidente de EE.UU. Y añadió durante su paso por la isla: "Qué liderazgo tan malo el de la alcaldesa de San Juan y de otros en Puerto Rico, que no son capaces de hacer que sus trabajadores ayuden".
La visita de Trump a Puerto Rico el martes pasado, continua Newsweek, incluyó comentarios sobre los costos de recuperar la destruida isla, una referencia rápida al huracán María -al que catalogó como menor con respecto a la "verdadera catástrofe de Katrina"- y una repartición al azar de toallines absorbentes que él mismo lanzó a la multitud, en un episodio que se viralizó en las redes.
La indignación fue todavía mayor cuando, después que familias puertorriqueñas le mostraran los daños que el huracán María causó en sus hogares, el presidente se despidiera con un: "Diviértanse", informa Newsweek.
¿Qué dice la alcaldesa?
"Nos estamos muriendo y nos están matando con la ineficiencia y la burocracia. Sobreviviremos con o sin ustedes", afirmó Cruz el pasado 29 de septiembre, según un video colgado en las redes.
La máxima autoridad de San Juan expresó que los "encargados de darles de comer y beber" a los ciudadanos, con referencia a la estadounidense Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema, por sus siglas en inglés), solamente han otorgado, "después de pedirles con uñas y dientes", una pequeña cantidad de víveres prioritarios y artículos para bebés.
"Fema ha fracasado en Puerto Rico", aseveró Cruz y recordó que había recibido una llamada del propio Trump, quien le garantizó que tendría los recursos necesarios.
Lo que no les habían explicado, dijo, era que antes debían cumplir con trámites que incluían firmas de memos y formularios hechos en Internet, cuando no hay energía eléctrica ni servicio de comunicaciones en casi toda la isla, para obtener la ayuda de la agencia especializada en emergencias.
Cruz destacó en contrapartida la ayuda que obtuvo su país de empresas privadas y del gobierno de Venezuela, que incluso habilitó aviones para el envío de combustible.
En su cuenta de Twitter, la alcaldesa puertorriqueña compartió comentarios de usuarios que cuestionaron las palabras de Trump. En uno de los tuits, el editor multimedia de la revista Time colgó la foto de unas mujeres envueltas en toallas, en un río, y escribió: "¿No es una "catástrofe real"? Personas en Morovis, Puerto Rico, se bañan en un río en vez de sus propios hogares.
Cruz también retuiteó el mensaje de un escritor de ese país que criticó la visita de Trump.
La ayuda mexicana
La oferta de México se produjo después de incómodos intercambios entre Trump y autoridades de ese país, fuertamente devastado por huracanes y sismos en fechas recientes, señala Newsweek.
El pasado 27 de agosto, Trump volvio a escribir que "México es una de las naciones más criminales del mundo" y reiteró que por ello debe apresurarse la construcción de un muro fronterizo entre ambos países. Además, rechazó el ofrecimiento de cooperación que hizo el gobierno mexicano tras el paso de huracanes por territorio estadounidense.
A todo lo anterior se suma una descortesía hasta ahora inexplicada: Trump tardó una semana en comunicarse con la presidencia mexicana tras el sismo del 7 de septiembre, que afectó al sur de México. Alegó "mala recepción de la telefonía celular".
En medio de estas disputas con el vecino del norte, que ha comenzado a instalar prototipos del polémico muro, según El Sol del Centro, la mano solidaria que se tiende a Puerto pareciera provenir de los países que han sido afectados por similares catástrofes o que hablan el mismo idioma.