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El complejo proceso de independencia de Cataluña ha generado todo tipo de reacciones. Varias fueron de carácter negativo, luego que ultranacionalistas españoles desataran la violencia contra quienes plantean algún tipo de apoyo a las reivindicaciones catalanas en varias partes del país, la justicia española haya enviado a detener a funcionarios de la comunidad autónoma y hasta se ha acusado —una vez más— a supuestos 'hackers' rusos de operar a favor de los independentistas.
Sin embargo el resto de Europa no es unánime en relación a este proceso y son muchos los países que, principalmente a través de sus parlamentos, han brindado algún tipo de respaldo.
La "neutral" Suiza y los escandinavos
Tanto el Parlamento suizo como el danés han aprobado mociones pidiendo una solución democrática y negociada al problema catalán. En ambos países legisladores de todos los partidos han manifestado estas posiciones.
Por su parte en el Parlamento sueco y finlandés se han creado grupos de apoyo al proceso independentista compuestos por distintos partidos. Incluso recientemente el ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Timo Soini, rechazó la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad españolas contra el referéndum e instó al diálogo.
Este apoyo fue reconocido por el Gobierno catalán, que a finales de agosto inauguró en Copenhague una delegación del Govern en los países nórdicos. Algo así como una embajada en esa región de Europa.
Las islas británicas: los independentismos locales e Irlanda
En el Reino Unido existe un importante respaldo a Cataluña a pesar de la posición oficial de Londres, cuyo rechazo se sustenta, centralmente, en su miedo al independentismo escocés. Estos últimos y los independentistas de Irlanda del Norte se han mostrado partidarios del proceso.
Por su parte Irlanda, acorde con su historia, ha generado distintas medidas de apoyo centralmente impulsadas por el Sinn Fein.
Desde el Báltico llega la solidaridad
También han respaldado de una u otra forma a los catalanes las tres naciones bálticas: Estonia, Letonia y Lituania. El segundo parlamento europeo que estableció un grupo de amistad con Cataluña fue el de Estonia. A su vez, Letonia fue el primer Estado europeo en apoyar el proceso catalán, con declaraciones del primer ministro, tal como reseñó el portal VilaWeb.
Finalmente los lituanos incluyeron el año pasado una pregunta en su encuesta de opinión regular que hace el Gobierno para determinar si apoyarían el reconocimiento de una Cataluña independiente si se separara unilateralmente de España. El resultado fue favorable al reconocimiento del Estado catalán.
Dos casos particulares: Eslovenia y Bélgica
La llamada "vía eslovena" ha sido muy mencionada durante el proceso de independencia catalán. Se trata de paralelizar el proceso de Eslovenia, que en 1990 realizó un referéndum sin respaldo internacional ni del gobierno central de Belgrado, pero aun así desembocó en la separación del país del resto de Yugoslavia, con la Guerra de los Diez Días de por medio, que se produjo del 27 de junio al 3 de julio de 1991.
Además de ser este el modelo de muchos políticos de Cataluña, es efectivamente avalado por el Gobierno del país balcánico. Milan Brglez, presidente de la Asamblea Nacional de Eslovenia, sostuvo que los catalanes "tienen derecho a la autodeterminación". En el mismo sentido el expresidente de Eslovenia —primer mandatario de la independencia—, Milan Kucan, exigió al Gobierno español que detuviera "el uso de la fuerza y las amenazas de una intervención militar".
Por su parte el Gobierno belga se encuentra en una situación similar debido a la presencia de los independentistas de la Nueva Alianza Flamenca en el Ejecutivo. El actual ministro del Interior del Gobierno federal, Jan Jambón, declaró hace un tiempo que en caso de declararse la independencia de Cataluña "Bélgica debería ser el primer país en reconocerla".