Hoy en día, el mundo está más interconectado que nunca: solo este viernes, el sitio web de seguimiento de vuelos Flightradar24 registró 176.871vuelos. Además, la competencia encarnizada entre las compañías aéreas provoca que creen cada vez más vías para 'seducir' y fidelizar a sus clientes.
Uno de los caminos que eligieron las grandes aerolíneas para lograr ese objetivo fue crear empresas filiales que ofrecen vuelos a un precio menor. Por ejemplo, a finales de septiembre Air France anunció el lanzamiento de su sucursal Joon, con la que pretende atraer a una clientela más joven y volver a hacer rentables algunas rutas.
Esta dinámica significa que los viajeros dispondrán de más boletos con precios suculentos que, en ocasiones, son hasta 10 veces más bajosde los pasajes de las aerolíneas convencionales. Sin embargo, antes de ilusionarse hay que tener en cuenta los inconvenientes de los presuntos planes 'low cost', ya que pueden salir muy caros.
Ejemplo práctico
Elegimos un caso típico de Ryanair, el gigante irlandés del bajo coste. El precio inicial de un billete de clase económica entre los aeropuertos españoles de Tenerife Norte (Islas Canarias) y Barcelona-El Prat (Cataluña) para el 30 de noviembre ronda los 18 dólares: una oferta muy competitiva para un vuelo que dura casi tres horas y media.
El problema es que no incluye servicios que las aerolíneas convencionales ofrecen por defecto. Con los añadidos de un vuelo estándar —elegir asiento, facturar en el aeropuerto, viajar con una maleta, comer a bordo...—, el coste final asciende hasta cerca de 130 dólares. Por el mismo trayecto, la aerolínea convencional Iberia cobra 85,2 dólares.
A continuación, detallamos 7 factores que pueden evitar que una aerolínea 'low cost' arruine su bolsillo.
1.- Equipaje
Estas compañías aéreas poseen restricciones drásticas en cuanto al tamaño y el peso del equipaje que los pasajeros pueden llevar a bordo de manera gratuita. Por este motivo, es recomendable leer con atención las reglas de cada aerolínea y, si resulta necesario, abonar con antelación el derecho a portar más bultos, ya que si se añade esa opción en el aeropuerto puede salir varias veces más caro.
2.- Tasa de cambio
Durante la compra, la aerolínea puede intentar venderle boletos en dólares en vez de en la divisa del país desde el cual partirá. Tenga cuidado, porque sus tasas de cambio pueden ser más elevadas de lo habitual.
3.- Elección de asientos
Por defecto, un algoritmo informático asigna butacas de manera aleatoria y, si alguien quiere sentarse cerca de la ventanilla, en las primeras filas o en lugares con más espacio, tiene que pagar un suplemento. El asunto empeora cuando viajan varias personas: puede que cada uno reciba un asiento en diferentes partes del avión.
4.- Tarjeta de embarque
En ocasiones, la compañía aérea puede solicitar un pago por imprimir la tarjeta de embarque en el aeropuerto. Este hecho provocó que enjuiciaran a Ryanair en 2011, ya que algunos pasajeros consideraron que 40 euros (47 dólares) —ahora son 50 euros; casi 60 dólares— era demasiado dinero. En su defensa, la firma irlandesa alegó que era "una penalización al pasajero". Si no quiere afrontar ese sobrecoste, imprima su boleto con antelación.
5.- Comida a bordo
El pasaje de las aerolíneas de bajo coste no incluye la comida a bordo: o no hay o se compra durante el vuelo. En cualquier caso, si quiere deleitar su estómago durante el trayecto es recomendable ordenar los platos con antelación en el sitio web de la compañía.
6.- Aeropuertos secundarios
En general, los aeropuertos principales cobran tasas mucho más altas que las instalaciones con menos demanda o más alejadas de las grandes ciudades. Las aerolíneas 'low cost' suelen elegir esos lugares, que pueden ubicarse hasta a 100 kilómetros de distancia. Esto significa que el pasajero tendrá que reservar parte de su presupuesto y su tiempo para llegar a su destino en otros medios de transporte.
Otra manera que tienen de minimizar los costes aeroportuarios es viajar a horas con menos demanda: de madrugada o por la noche. En la mayoría de lugares, en esos momentos no funciona el transporte público y hay que tomar un taxi.
7.- Costos adicionales
Entre otros servicios por los cuales las líneas aéreas baratas cobran suplementos figuran desde la modificación de las fechas de vuelo o los datos del viajero hasta la opción para poder rembolsarse el precio del billete.
Esas peticiones adicionales aportan un gran margen de ingresos para estas empresas: en 2016, Ryanair ganó más de 1.800 millones de dólares por este motivo, el 24% de sus ingresos anuales.
Amor y odio
Los usuarios de redes sociales y los medios de comunicación protagonizan polémicas encarnizadas respecto al servicio que ofrecen las aerolíneas de bajo coste y, cuando se mencionan los costes adicionales, las opiniones se suelen polarizar.
Así, algunos estiman que se trata de un 'fraude' porque estas aerolíneas obligan a pagar por opciones que consideran básicas, mientras que otros argumentan que los pasajeros conocen las normas de antemano y resultaría imposible que mantuvieran esos precios sin realizar recortes en servicios adicionales.
Artur Rajmatulin y María Kórobova