Su programa nuclear acapara los titulares, pero tiene otra arma capaz de desatar el caos mundial: Corea del Norte cuenta con un 'ejército' de más de 6.000 'hackers' que ha estado silenciosamente robando millones de dólares, un programa cibernético cuyo éxito era inimaginable hace menos de una década.
"Hubo un enorme crecimiento en su capacidad desde 2009 o algo así, cuando eran una broma", afirma Ben Buchanan, miembro del Proyecto de Seguridad Cibernética de la Universidad de Harvard. "Pero desde entonces sus 'hackers' han mejorado mucho", comentó a 'The New York Times'.
Con la creación de dos unidades especializadas —el Buró 121 y la Unidad 180— Pionyang ha pasado de falsificar billetes de 100 dólares a robar bancos digitales, apoderarse de películas y videojuegos en línea, distribuir 'ransomware' y, más recientemente, atacar transacciones surcoreanas de intercambio de bitcoines. Todo esto para obtener ganancias de hasta 1.000 millones de dólares anuales, según estimaciones de Inteligencia.
Actualmente los analistas —anteriormente incrédulos del potencial cibernético norcoreano— apuntan a que el 'hackeo' es su arma perfecta, y opinan que ha alcanzado su éxito gracias a la conjugación de algunos factores:
- La primitiva infraestructura norcoreana prácticamente le mantiene a salvo de las posibles respuestas cibernéticas a sus ataques.
- El país asiático ya se encuentra aislado del resto del mundo, por lo que tiene pocas razones para reaccionar a amenazas de nuevas sanciones.
- Los 'hackers' norcoreanos operan mayoritariamente fuera del país, lo que minimiza el riesgo de retaliaciones.
- Finalmente, el que quiera responder a un ciberataque con una acción militar deberá pensar primero en la capacidad nuclear de Corea del Norte.