El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha respondido este jueves al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con una carta en la que insiste en la oferta de diálogo y amenaza con una eventual votación formal de la independencia en el Parlamento catalán si el Gobierno de España "persiste en impedir el diálogo y continuar la represión".
De la misiva se desprende que la independencia unilateral no fue declarada el pasado 10 de octubre, ya que —afirma Puigdemont— la suspensión de la independencia "continua vigente".
"Que la única respuesta sea la suspensión de la autonomía, indica que no se es consciente del problema y que no se quiere hablar", lamenta Puigdemont, en referencia al artículo 155 de la Constitución española que Madrid contempla aplicar. En este sentido el presidente de la Generalidad apunta que la reunión que propuso a Rajoy en su carta previa enviada este lunes "todavía no ha sido atendida", así como "la petición de revertir la represión", recordando la entrada a prisión de los jefes de la Asamblea Nacional Catalana y del Ómnium Cultural.
"Si el Gobierno del Estado persiste en impedir el diálogo y continuar la represión, el Parlament de Cataluña podrá proceder, si lo estima oportuno, a votar la declaración formal de la independencia que no votó el día 10 de octubre", concluye la misiva.
Primer plazo de la respuesta a Madrid
Tras la ambigua comparecencia de Carles Puigdemont ante el pleno del Parlamento catalán el pasado 10 de octubre, Madrid le solicitó que aclarara si había declarado o no la independencia de Cataluña. En respuesta, el jefe de la Generalitat envió este lunes una carta a Mariano Rajoy en la que —sin matizar su decisión, como se le pedía— instó a Madrid a mantener una reunión y a dialogar para "abrir un camino de negociación". Asimismo, recordó que "la relación entre el Estado Español y Cataluña lleva bloqueada desde hace muchos años".
Por su parte, Rajoy lamentó que el jefe del Gobierno catalán no hubiera dado una "aclaración absolutamente necesaria" sobre la declaración de independencia de Cataluña y dijo no poder aceptar "en modo alguno" la existencia de un conflicto como el descrito por Puigdemont, calificando como no creíbles sus llamamientos al diálogo. En esta línea, la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Saenz de Santamaría, subrayó que "el dialogo no se exige, se practica".
El ministro español de Justicia, Rafael Catalá, también criticó la respuesta presentada por Puigdemont en su carta, porque –agregó– "no responde a lo que se le ha solicitado". Rajoy advirtió al jefe de la Generalitat que si no regresa a la normalidad y lealtad institucional, será "el único responsable" de la activación del artículo 155 de la Constitución que —según recalcó— "no implica la suspensión del autogobierno, sino la restauración de la legalidad en la autonomía".