China quiere convertir a su Ejército en "la fuerza militar líder mundial" con una reorganización a gran escala de su Ejército. Lo anunció este 18 de octubre el presidente de ese país asiático, Xi Jinping, durante la sesión de apertura del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista. "Haremos todos los esfuerzos posibles para fortalecer la capacidad de defensa y la modernización de las fuerzas armadas de China", anunció el jefe del Estado chino.
El líder del gigante asiático precisó este miércoles que se modernizarán el ejército de tierra, la armada, la fuerza aérea y la fuerza de apoyo estratégica. Con tal fin, Pekín creará instituciones de mando para desarrollar operaciones conjuntas eficientes y un sistema de combate, porque "un ejército está construido para luchar".
El presidente Xi Jinping prometió que el ambicioso plan de reorganización se hará realidad en 2050, fecha marcada por China para convertirse en una superpotencia militar.
El camino hacia el liderazgo militar
En una entrevista para RT el experto militar y el investigador principal de la Escuela Superior de Economía rusa Vasilii Kashin está convencido de que esos son los planes de Pekín. A su juicio, las autoridades chinas planean alcanzar el domino mundial en ese horizonte temporal dado que justamente en 2049 se celebrará el centenario de la fundación de la República Popular China.
"Para esta fecha los chinos realmente crearán el ejército más poderoso y avanzado y la economía más fuerte. Actualmente dentro de China se está produciendo una discusión sobre si valdría la pena entrar en alianzas militares formales con países extranjeros, en particular con Rusia y Pakistán", explicó el experto.
Asimismo, el investigador ruso está convencido de que China continuará expandiendo su infraestructura militar en el exterior. Ello lo evidencia la apertura de la base en Yibuti, en África Oriental, y la creciente actividad de fuerzas de paz chinas en territorio africano. Sin embargo, en los próximos años, el gigante oriental no planea involucrarse en ningún conflicto armado, afirmó Kashin.
"China sigue una política exterior gradual y paulatina para expandir su influencia. Ahora mantiene una participación indirecta en los conflictos a través del suministro de armas o la provisión de instructores militares, pero en el futuro la participación directa de Pekín es muy probable", explicó.
A juicio del especialista, para reforzar sus posiciones en el ámbito militar internacional, China también está creando grandes compañías privadas. Sin embargo, las acciones de la República Popular China a lo largo de la década siguiente tendrán un carácter cada vez más abierto.
El objetivo: alcanzar a EE.UU.
La modernización y reorganización del Ejército chino permitirá plasmar a las autoridades del país asiático el concepto del "gran renacimiento de la nación", con el que convertir a Pekín en una superpotencia equiparable a Washington. "EE.UU. observa el ascenso de China, pero no tienen nada para contrarrestarlo. Mientras, Rusia mantiene este estado de cosas", comentó Kashin. Sin embargo, hay expertos que opinan que esta meta es difícil de lograr debido a que el Ejército Popular de Liberación chino no tiene la experiencia de combate real de llevar la guerra desde su último conflicto bélico en el año 1979.
"Es verdad, China no ha participado en guerras desde hace mucho tiempo, pero los mismos estadounidenses lucharon con opositores mucho más débiles. Por lo tanto, no puede concluirse que haya problemas con la capacidad de combate del Ejército Popular de Liberación chino", concluyó Kashin.