En 1947 la revista estadounidense 'Bulletin of the Atomic Scientists' ('Boletín de Científicos Atómicos') publicó en su portada la imagen de un reloj cuya manecilla estaba faltando siete minutos para la medianoche. De esta manera los científicos calificaron la proximidad de una guerra nuclear. La imagen fue designada como el 'Reloj del Juicio Final', y hasta ahora sirve de 'brújula', señalando el nivel de las tensiones políticas en el mundo.
El 'Juicio Final'
Sin embargo, en una ocasión cuando la Tercera Guerra Mundial estaba más cerca que nunca, las manecillas no cambiaron, a pesar de que la Unión Soviética y EE.UU. estaban a punto de intercambiar ataques nucleares. De hecho, la Crisis de los Misiles en Cuba de 1962 se desarrolló tan rápido que los expertos no tuvieron tiempo para cambiar el reloj.
Para entender mejor el grado del peligro, se puede recordar el sistema de disponibilidad y defensa estadounidense DEFCON, que cuenta con cinco niveles, desde el quinto hasta el primero, que se establece antes del uso de las armas de destrucción masiva. Pero el nivel máximo fuera de las maniobras fue DEFCON 2, que se empleó en octubre de 1962.
El inicio de la crisis
El líder de la URSS, Nikita Jruschov, tuvo la idea de desplegar armas nucleares en Cuba en mayo de 1962, después de que EE.UU. arrancase una campaña intensa contra la isla, el único aliado de la URSS en el hemisferio oeste. Washington introdujo contra el país sanciones y apoyó los intentos de la oposición cubana de derrocar a Fidel Castro. Además, EE.UU. desplegó ojivas nucleares en el territorio de Turquía, cerca de las fronteras soviéticas.
La URSS decidió dar una respuesta simétrica y desplegar armas nucleares en Cuba, lo que garantizaría además la seguridad del país caribeño.
El desarrollo
En agosto de 1962 entre los gobiernos de la URSS y de Cuba fue alcanzado un acuerdo sobre el despliegue en la isla de las tropas soviéticas que contaban con equipamiento nuclear y de misiles. Por su parte, Ernesto 'Che' Guevara viajó a Moscú para entablar negociaciones al respecto. Así empezó el traslado del material militar a Cuba, lo que fue revelado por los aviones espías estadounidenses, que detectaron en la isla los lanzadores.
Por orden del presidente estadounidense John F. Kennedy, 150.000 reservistas entraron en el Ejército, mientras que al mar del Caribe fue enviado un grupo de la Armada de EE.UU.
El 22 de octubre de 1962, EE.UU. empezó un bloqueo marítimo completo de Cuba. Kennedy hizo muchos esfuerzos para disuadir a los generales estadounidenses de un bombardeo inmediato de los lanzadores instalados en la isla. No obstante, la preparación para el desembarco de los militares hacia la costa estuvo en plena marcha. Como respuesta a EE.UU., la URSS puso en disposición combativa a su Ejército.
El apogeo
El 24 de octubre en el mar Caribe se descubrieron los barcos soviéticos que trasladaban el material bélico, y la línea estadounidense que aseguraba el bloqueo marítimo de la isla. El apogeo de la crisis fue el 27 de octubre, cuando la defensa antiaérea soviética derribó un avión espía de EE.UU. sobre Cuba y su piloto falleció.
En aquel momento muchos lo calificaron como el 'primer disparo de la última guerra'. Fidel Castro se dirigió a Jruschov para que realizase un ataque nuclear preventivo contra EE.UU. Los gobiernos de la URSS y de EE.UU. se encontraron en un callejón sin salida: la guerra parecía inminente, pero ninguna de las dos partes estaba dispuesta para tomar la responsabilidad por la destrucción del mundo.
El desenlace
Para la noche del 28 de octubre el embajador de la URSS en EE.UU., Anatoli Dobrynin, se reunió con el fiscal general estadounidense y hermano del presidente, Robert Kennedy. El segundo declaró que EE.UU. estaba dispuesto a presentar garantías de seguridad a Cuba y eliminar las bases de misiles en Turquía. Dobrynin de inmediato lo comunicó a Moscú.
El embajador soviético recordó posteriormente cómo recibió un telegrama urgente por parte del ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Andréi Gromyko. A Dobrynin le exigieron que se pusiese en contacto de inmediato con Robert Kennedy para comunicarle la respuesta de Jruschov. "Las consideraciones que R. Kennedy expresó por orden del presidente [de EE.UU.], encuentran entendimiento en Moscú", rezaba el mensaje de Gromyko.
Además, el ministro ruso señaló que aquel mismo día, el 28 de octubre, "por la radio se dará la respuesta al mensaje del presidente [Kennedy] del 27 de octubre, y la respuesta será la más positiva". Con ello, se destacó que el desarme de los misiles en Cuba bajo el control internacional "no tiene objeciones y será discutido en el mensaje de Jruschov".
Curiosamente, Gromyko envió el telegrama sin esperar que estuviese preparado el texto completo del mensaje de respuesta del líder soviético.
A lo largo de tres semanas los misiles fueron desmantelados y trasladados desde Cuba. El 20 de noviembre EE.UU. levantó el bloqueo marítimo de la isla, y posteriormente retiraron los misiles presentes en sus bases en Turquía.