'Hoteles de paso' en la Ciudad de México: Foco de infecciones y escondrijo idóneo para delincuentes
Algunas son coloridas, tienen múltiples atracciones e incluso las hay de grandes dimensiones. Se trata de las habitaciones de los denominados 'hoteles de paso' de la República Mexicana, que son las más concurridas, pero también las más inseguras y las que albergan mayor cantidad de bacterias para los usuarios que acuden para consumar actos sexuales.
Según la Secretaría de Turismo de México, se estima que en el país existen alrededor de 7.605 hoteles de paso. En el año 2000, según esta misma dependencia consultada por RT en Español, existían 3.505. Es decir, en casi 17 años se ha duplicado el número de estos establecimientos en todo el territorio nacional.
Los precios por noche en los también llamados "rincones del amor" oscilan entre los 150 y 500 pesos (entre 8 y 26 dólares). La tarifa puede aumentar si la habitación que el usuario desea alquilar cuenta con 'jacuzzi', camas especiales y hasta servicios como 'spa', bebidas alcohólicas o alberca privada en los casos más sofisticados.
En un recorrido realizado por RT, se pudo constatar que se trata de lugares con poca o nula higiene, de bajo costo y que, en muchas ocasiones, no cuentan con circuito de videovigilancia, lo que pone en peligro a los huéspedes que se alojan allí, ya que la mayoría de estos lugares se encuentran en las zonas con mayor incidencia delictiva.
Habitaciones usadas de 5 a 10 veces por día
En entrevista con RT, Pilar Contreras, oficial de la subsecretaria de Participación Ciudadana y Prevención del Delito de la Ciudad de México, asegura que "hay zonas consideradas de alto riesgo, y una de ellas son los hoteles o moteles de la capital del país". "Para nadie es un secreto que estos sitios son lugares idóneos para la delincuencia organizada", agrega.
Interpelada por RT sobre si estos lugares estaban siendo investigados también en relación a posibles actos de trata de personas y tráfico de drogas, la oficial reconoce que se trata de "un tema muy sensible" de cuya existencia tienen constancia, si bien requieren de "más denuncias ciudadanas para poder dar con el paradero de los presuntos perpetradores".
Amanda Torres, camarista de un hotel de paso ubicado en la avenida Tlalpan, en Ciudad de México, reconoce que resulta difícil garantizar la higiene necesaria en este tipo de establecimientos. "Es imposible brindar un servicio de calidad, ya que la misma habitación es ocupada de 5 a 10 veces por día por distintas personas", asegura.
Por otra parte, Miguel Ángel Prado, doctor adscrito al Hospital de Especialidades Médicas La Raza, ubicado en la capital del país, asegura que "la exposición a bacterias o el riesgo de contraer enfermedades en los hoteles de paso es muy alta, debido a las condiciones insalubres a las que el cuerpo humano desnudo está expuesto".
El doctor Prado también explica a RT que los usuarios, sobre todo personas del sexo femenino, ignoran que en estos sitios "existe mayor riesgo o vulnerabilidad de contraer enfermedades infecciosas como el Virus del Papiloma Humano (VPH), que puede sobrevivir hasta siete días en una superficie".
Hasta el momento, no existe una regulación más estricta para la construcción y mantenimiento de los hoteles de paso en México, y tampoco se les exige cumplir con reglas mínimas de seguridad o protección civil en caso de desastres naturales.
Normalmente, el negocio de estos establecimientos se encuentra en el alquiler de habitaciones por hora o en la venta de alcohol, juguetes sexuales y preservativos, que ofertan a los usuarios a un precio dos o tres veces superior al de su valor real en el mercado.
José Luis Montenegro