El presidente estadounidense, Donald Trump, no se inclinó ante el emperador japonés Akihito al encontrarse con él este lunes en el marco de su visita al país asiático. En vez de ello, Trump asintió ligeramente con la cabeza y le apretó la mano al monarca, informa AFP.
La inclinación ante una persona es una señal importante de respeto en Japón. Sin embargo, los presidentes estadounidenses han sido criticados por sus conciudadanos políticos por realizar este gesto ante el emperador japonés. Ya que muchos opinan que una inclinación puede interpretarse como señal de menor poderío.
Al mismo tiempo, es importante respetar las costumbres y tradiciones locales para mantener el equilibrio diplomático con los países asiáticos.
El encargado de informar al presidente y al personal del Gobierno sobre estos asuntos es el jefe de protocolo de EE.UU. Sin embargo, este cargo aún no se ha cubierto en la administración Trump, lo que podría causar problemas en Asia, donde mostrar respeto con gestos específicos es increíblemente importante, indica la agencia.
En 1994, el entonces presidente de EE.UU., Bill Clinton, se inclinó juntando las manos antes de reunirse con el emperador japonés en la Casa Blanca. También George H.W. Bush se inclinó ante el emperador nipón en 1989 en el funeral del anterior monarca. Mientras que Barack Obama realizó una inclinación 'ejemplar' al visitar Japón 20 años después.