Un masivo 'hackeo' de EE.UU. realizado entre 2014 y 2015, en el que el FBI implantó 'malware' en miles de computadoras de 120 países, comprometió también ordenadores localizados en Rusia, Irán y China, según se desprende de un registro judicial recientemente revelado.
Se trata de una operación en la que los federales lograron apoderarse del elusivo sitio de pornografía infantil Playpen, que habría sido la red de pornografía infantil más grande hasta que fue desmantelada por el FBI. Esa investigación, considerada como la mayor infiltración cibernética jamás realizada por agentes gubernamentales, resultó en el arresto de unas 1.300 personas.
"El FBI finalmente incautó 8.713 direcciones IP y otros datos relevantes de computadoras localizadas en todo EE.UU. y en otros 120 países, entre ellos Rusia, Irán y China", reza el documento, presentado el mes pasado ante una corte estadounidense en el marco de una polémica sobre la legalidad de esta operación a gran escala, en la que el FBI operó secretamente el sitio pornográfico para cazar a los pedófilos.
"Durante este tiempo, el FBI fue uno de los mayores distribuidores mundiales de pornografía infantil en Internet, recibiendo aproximadamente 100.000 visitantes activos en Playpen y adquiriendo ultimadamente 214.898 nuevos miembros para el sitio mientras se encontraba bajo control gubernamental", se indica en el registro judicial.
Ahmed Ghappour, investigador de la Universidad de Boston especializado en el uso de 'malware' por parte de agencias policiales, señala que los Estados afectados por la intrusión estadounidense peligrosamente podrían tomarla como una ofensa.
"Sin la articulación de normas específicas sobre cuándo, cómo y a quién tienen permitido 'hackear' los agentes del orden público, las operaciones cibernéticas transfronterizas atribuidas a las agencias de EE.UU. pueden enviar señales no intencionadas a otros Estados", aseveró Ghappour a The Daily Beast.