La británica Alice Bailey, que trabajó durante cuatro años en el Sports and Social Bar del Parlamento británico en Londres, acaba realizar unas impactantes confesiones al diario británico The Sun: mientras trabajaba en el establecimiento fue reiteradamente víctima de acosos por parte de varias decenas de diputados de la Cámara de los Comunes.
Bailey, que ahora tiene 25 años, comentó que hasta 30 parlamentarios la persuadieron para que mantuviera con ellos relaciones sexuales desde que empezara a trabajar en el bar a los 19 años. Uno de los diputados de la Cámara de los Comunes incluso la "manoseó" en un autobús, según la joven.
La antigua gerente del Sports and Social Bar afirmó que los parlamentarios se comportaban como unos "viejos perversos desagradables", estaban casi todos casados y "le doblaban la edad". "Pensaban que podían hacerlo porque yo era solo una joven camarera y en su opinión eran personas muy importantes que pensaban que sería accesible", explicó la joven.
Las declaraciones de Bailey se producen en medio de otro escándalo con el componente de los abusos sexuales que ha sacudido la sociedad británica. El pasado 7 de noviembre el ministro de la Comunidad y la Infancia del Ejecutivo regional de Gales, Carl Sargeant, fue hallado muerto después de haber sido suspendido del Partido Laborista por acusaciones de acoso sexual. Según los datos policiales, el político de 49 años se quitó la vida en su domicilio.
Además, el pasado miércoles 1 de noviembre un antiguo escándalo de acoso hizo dimitir al secretario de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon. El político conservador tomó la decisión en medio de la creciente presión vinculada a un caso que se remonta a 2002, cuando tocó la rodilla a la periodista Julia Hartley-Brewer.
Fallon dimitió a pesar de que su víctima no solo no lo denunció en ninguna ocasión, sino que insistió en que no sufrió ningún tipo de acoso e incluso defendió al exsecretario de Defensa, llegando a afirmar que el conservador fue víctima de una "caza de brujas".