Hace pocos días el periodista chileno Patricio Mery fue sobreseído en una causa por injurias que le había iniciado el exdirector general de Carabineros, Gustavo Adolfo González Jure, luego de pasar varias semanas en prisión preventiva. En una entrevista exclusiva con RT, relató la persecución que viene sufriendo y cómo los crímenes que ha denunciado no han sido investigados por la Justicia de Chile.
La investigación sobre un carabinero
En el año 2011, el entonces presidente chileno Sebastián Piñera nombró al oficial Gustavo Adolfo GonzálezJure como general director de Carabineros. Según reveló Mery en sus investigaciones, el nuevo titular de la fuerza de seguridad "mató al niño de 14 años, Sergio Albornoz Matus, por la espalda" el 31 de agosto de 1988.
"Piñera, actual candidato a la presidencia, fue advertido de esto, pero nada hizo con la denuncia y lo mantuvo en el cargo", explicó el periodista, que detalló que posteriormente la actual presidenta, Michelle Bachelet, también permitió que siguiera al frente de esa fuerza de seguridad, hasta 2015.
"A los periodistas que realizamos la denuncia nos persiguieron, censuraron y hostigaron judicialmente", sostuvo Mery. Y, además, relató que su portal web periodístico –www.pnews.cl– "todavía está censurado".
Puntualmente, como director del medio, a él le iniciaron "tres querellas por parte del Alto Mando de Carabineros" y, por eso mismo, tuvo que emigrar a Ecuador. "Estuve secuestrado en mi país con arraigo", afirmó. "Han sido años de persecución y censura", ya que en Chile "el periodismo independiente y crítico es criminalizado", lamentó. "Me tuve que ir a Ecuador porque en Chile el nivel de persecución era intolerable", enfatizó.
Mientras se encontraba fuera del territorio chileno fue citado a una audiencia a la que no pudo asistir, motivo por el cual le dictaron "prisión preventiva anticipada". "Al regresar a Chile fui detenido, esposado y condenado a estar con arresto domiciliario nocturno". Durante el mismo miembros de Carabineros se desplazaban a su domicilio "varias veces en la noche, generando una verdadera tortura psicológica", denunció. Finalmente, fue sobreseído por esta causa y dejado en libertad.
El Estado, "al servicio de la persecución"
Sin embargo, como señaló el periodista, esta no fue la única causa judicial en su contra. Una de las querellas impulsadas por Carabineros lo acusó de "no cumplir la Ley de Prensa, que establece que se debe publicar el derecho a replica".
"Nosotros decidimos no publicar la réplica porque estaba basada en mentiras y ofendía nuestro trabajo", explicó Mery. Por ese motivo, el reportero fue condenado a pagar una multa o a estar 64 días en la cárcel. "Al entregarme a la Policía para hacer efectiva la prisión, mi familia prefirió pagar la multa sin mi consentimiento", recordó.
No obstante, aclaró que "estas acciones fueron realizadas por un departamento jurídico completo al servicio de perseguirnos, incluso defendiendo a personas que dejaron de estar en Carabineros", lo que implica el uso de dinero público en función de intereses privados.
Prensa y justicia para los corruptos
En Chile, "el 98% de la prensa es de propiedad de empresarios de derecha o de ultraderecha", sentenció Mery, que también afirmó que "los pocos medios independientes realizan una titánica labor por denunciar casos de corrupción".
"Nosotros fuimos uno de los primeros en denunciar cómo familiares de Augusto Pinochet le robaron al Estado los recursos naturales, litio, yodo y agua", recordó. Con ese dinero, "financiaron a políticos de todos los colores, muchos que hoy son candidatos a presidente, sin ninguna vergüenza".
También apuntó que han hecho denuncias sobre la Policía de Investigaciones (PDI), la Armada e incluso el Poder Judicial. "Claramente somos una piedra en el zapato de los poderosos y buscan aplastarnos", subrayó.
Una de sus investigaciones reveló cómo los medios de comunicación "encubrieron la participación de marines estadounidenses en casos de pedofilia en el Puerto de Valparaiso". Otra de ellas, cómo Piñera y su ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, "encubrieron una red de narcotráfico de la PDI y la DEA para derrocar al entonces presidente Rafael Correa de Ecuador". Esta denuncia fue, incluso, recogida por el propio mandatario ecuatoriano para investigarla.
"La Justicia en Chile es clasista, genuflexta al poder y absolutamente parcial", opinó el entrevistado. Y señaló que "un empresario como Piñera, involucrado en más de diez casos de corrupción, es candidato presidencial". Esto significa, según Mery, que el Poder Judicial "trabaja para ellos, los poderosos de la banca, los medios de comunicación y de la política".
Para más detalles, recordó que la mayoría de los jueces de la Corte Suprema "realizan clases en la Escuela de Carabineros, en un evidente tráfico de influencias". También señaló que en la Corte de Apelaciones estaba en su momento Dobra Luksic, "quién tenía a su sobrina trabajando en el Departamento de Justicia de Carabineros".
Delitos que nadie investiga
Más allá de todas las imputaciones hechas en contra de Mery, ningún fiscal ni juez ha decidido investigar las denuncias realizadas desde su medio de comunicación. "Lo que más me molesta es que el crimen de ese niño, todavía sigue impune", expresó. No sólo la Justicia no ha actuado al respecto, sino que "ni siquiera tuvieron el valor de refutar la investigación".
El periodista remarcó que "da la sensación que en Chile gobiernan verdaderos zombies que caminan por la vida sin que nada les afecte". De hecho, puntualizó que ha recibido "muy poca solidaridad" con su causa dentro del país. "Solo de amigos de la prensa independiente como El Ciudadano y otros... También un día me visitó el candidato presidencial Alejandro Navarro", dijo.
Sin embargo, el periodista remarcó lo "curioso" de que haya "dos periodistas y un cineasta como candidatos a la presidencia y ninguno se refirió al tema".
Como contracara, remarcó que desde el extranjero ha tenido un importante respaldo, "sobre todo de Ecuador, Bolivia, Argentina y Venezuela, también de Europa, donde asambleístas, líderes políticos y ciudadanos enviaron su afecto".
Bloqueo informativo
A pesar de ser un trabajador de prensa que ha sido detenido por sus publicaciones y su medio de comunicación censurado, su caso es bastante desconocido. Consultado sobre qué hubiera pasado si en vez de ser chileno se tratase de un periodista venezolano o boliviano, Mery no dudó: "¡Sería la noticia de la semana!".
"Si un periodista servil a la derecha y la hegemonía cultural sufriera lo mismo que yo lo transformarían en un héroe", aseveró. Desde su perspectiva, "el sistema valida solo a quienes le son útiles", pero detrás de esa "pantomima y mentira comunicacional" se está dando "un despertar ciudadano de gente que ya no les cree".
Sin embargo, Mery subrayó que le interesa más "lo que digan los ciudadanos comunes que los grandes medios o sus voceros". "Sé que ellos deben invisibilizarnos e ignorarme, lo que gracias a las redes sociales es imposible", concluyó.
Santiago Mayor