Japón reforzará el control sobre páginas web y redes sociales que propaguen contenidos relacionados con el suicido, informa The Straits Times. Las autoridades japonesas cooperarán con operadores de Internet con el objetivo de limitar el acceso a este tipo de publicaciones o eliminarlas por completo.
Esta decisión del Ejecutivo nipón sigue a la detención este 30 octubre de Takahiro Shiraishi, de 27 años, en cuya residencia en las afueras de Tokio fueron hallados los cuerpos desmembrados de ocho mujeres y un hombre: todos ellos eran jóvenes de entre 15 y 26 años de edad.
Shiraishi conoció a las víctimas a través de la red social Twitter, donde estas compartían sus pensamientos suicidas. El hombre —quien se declaró culpable de los asesinatos— se aprovechó de sus vulnerabilidades para atraer a sus víctimas.
El secretario jefe del Gabinete nipón, Yoshihide Suga, calificó el suceso de "extremadamente vil" y acusó de Shiraishi "explotar los gritos de ayuda de víctimas que hablaban de cometer suicidio".
En este sentido, el político llamó a elaborar mecanismos para facilitar asistencia a los jóvenes que expresan tendencias suicidas en la Red. Yoshihide aclaró que el Gobierno deliberaría durante un mes antes de presentar el borrador de un plan de actuación contra el intercambio en Internet de contenidos que incitan a autolesiones.