Las nuevas sanciones de EE.UU. contra Pionyang serán similares a las anteriores, pero afectarán a más organizaciones e individuos, ha afirmado el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, en una rueda de prensa celebrada este lunes en la Casa Blanca.
"Serán similares a las sanciones que introdujimos en el pasado. Simplemente cubriremos a muchos más sujetos", ha explicado Tillerson.
El secretario de Estado se ha guardado los detalles de las sanciones pendientes, alegando que todo será revelado este martes por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
Al mismo tiempo, ha señalado que como resultado de las sanciones impuestas contra Pionyang por otros países, Corea del Norte está experimentando escasez de combustible.
Además, según Tillerson, en relación con la aplicación de las medidas restrictivas por parte de la comunidad internacional, también se han reducido los ingresos en el presupuesto de Corea del Norte.
Presión como método de diplomacia
Washington todavía espera que la crisis en torno a Corea del Norte pueda resolverse por la vía diplomática, ha añadido Tillerson.
"Aún tenemos la esperanza de la diplomacia. [...] Todo es parte de un continuo aumento de la presión, y continuamos ejerciendo más presión, involucrando a otros países", ha declarado al señalar que las nuevas sanciones de EE.UU. están diseñadas para obligar a Pionyang a comenzar las negociaciones sobre su programa nuclear y de misiles.
Asimismo, Tillerson ha explicado que el reciente movimiento del presidente de EE.UU., Donald Trump, de declarar a Corea del Norte como Estado patrocinador del terrorismo es parte de lo que Trump describe como una campaña de "presión máxima" y lo que él mismo denomina una campaña de "presión pacífica".
Anteriormente, el mandatario estadounidense dijo que la inclusión de Corea del Norte en la lista de Estados que patrocinan el terrorismo implicaría la imposición de nuevas sanciones a Pionyang.