Analista: "Culpabilizar de todo a Rusia es un comodín perfecto para España"
Algunos medios de comunicación españoles llevan dos meses acusando al Gobierno ruso de injerencia en los asuntos internos de España a raíz del conflicto catalán. Según estos medios, Rusia está intentando desestabilizar al Estado, y también a la Unión Europea (UE), valiéndose de sus medios de comunicación y de las redes sociales, entre otros métodos.
Jaume Castán Pinos, profesor de relaciones internacionales, en una entrevista a RT, opina que estos días estamos viendo que la Guerra Fría no ha terminado: "Para algunos la caza de brujas sigue presente" y a periodistas y profesores se les pone la etiqueta de "agentes del Kremlin", lo que califica de verdaderamente "nocivo".
El analista lo considera una moda europea a la que España se ha unido recientemente, aunque en este país el hábito de acusar a Rusia de todo "tiene reminiscencias franquistas". Además, recuerda que "la culpa es de Rusia" fue un lema falangista para animar a voluntarios a ir a luchar al frente para apoyar a la Alemania nazi.
El problema del caso español es que se está haciendo de forma "ignominiosa" y "patética", aportando pruebas y evidencias que "no servirían ni para un ensayo de primaria", añade.
La 'marca España', "a la altura del betún"
Castán Pinos cree que la injerencia rusa en los asuntos internos españoles se trata de un rumor que ha surgido de 'think tanks' como el Instituto Elcano, de periódicos como El País e incluso del propio Gobierno.
Para el experto, la llamada 'marca España' ha quedado "a la altura del betún" después de la violencia policial del 1 de octubre –cuando se celebró el referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña– y la decisión de los jueces de enviar a la cárcel a sus responsables, que algunos consideran como presos políticos.
"Este culpabilizar de todo a Rusia es un comodín perfecto" que España no había utilizado hasta ahora, considera el analista. Además, añade que quizá esta sea la única carta para esconder "sus propias vergüenzas", "el autoritarismo creciente" y "el neopatrimonialismo imperante".
Castán Pinos cita un informe publicado por el Parlamento Europeo el año pasado en el que "compara a Rusia y sus medios de comunicación con el Estado Islámico y sus medios". Para el analista, este es un ejemplo del nivel de "paranoia" que se ha alcanzado con respecto a Rusia a nivel europeo.