Londres destinará 132 millones de dólares a la lucha contra la "desinformación" rusa

La primera ministra británica Theresa May se prepara para liderar la 'cruzada' antirrusa en Europa en la cumbre de las naciones de la Asociación Oriental, que se celebra este viernes en Bruselas.

El Reino Unido planea gastar 100 millones de libras esterlinas (132 millones de dólares) en cinco años para contrarrestar lo que llama una campaña de "desinformación" rusa. Los detalles de la estrategia antirrusa los dará este viernes la primera ministra británica, Theresa May, en su discurso en la cumbre de la Asociación Oriental.

Las delegaciones de los Estados miembros de la UE y representantes de seis países de Europa del Este (Georgia, Ucrania, Moldavia, Bielorrusia, Azerbaiyán y Armenia) se reúnen este viernes en Bruselas para celebrar la quinta cumbre de la Asociación Oriental. El Reino Unido, que abandonará el bloque comunitario en marzo de 2019, está elaborando su plan para esta región, centrándose en gran parte en la lucha contra la supuesta influencia rusa.

La cumbre tiene en principio como objetivo combatir la corrupción y fomentar la asociación política y el crecimiento económico en seis antiguos estados miembros de la Unión Soviética, pero May busca obtener "un enfoque unificado para enfrentar las amenazas y los intentos de desestabilización de otras potencias extranjeras como Rusia", según un comunicado de Downing Street.

Además de 100 millones de libras para la lucha contra la "desinformación", Londres planea asignar 50 millones de libras (más de 66 millones de dólares) para financiar las "reformas y seguridad" en las naciones de la Asociación Oriental.

"Estamos incondicionalmente comprometidos a mantener la seguridad de Europa"

Aunque los detalles de los planes de May para "contrarrestar" a Rusia en las repúblicas exsoviéticas aún no se han hecho públicos, Londres parece estar muy motivado para liderar la 'cruzada' antirrusa en Europa a pesar del Brexit.


"El Reino Unido deja la UE pero no nos vamos de Europa, y estamos incondicionalmente comprometidos a mantener la seguridad de Europa. También debemos ser abiertos ante las acciones de Estados hostiles como Rusia que amenazan este potencial y tratan de separar nuestra fuerza colectiva", rezan extractos de su discurso preparado para la cumbre. 

El pasado 14 de noviembre, la primera ministra británica calificó a Rusia como "la principal amenaza" para la democracia y la seguridad europeas. Moscú está "amenazando el orden internacional del que todos dependemos", afirmó May. La jefa del Gobierno conservador reiteró, sin presentar ninguna evidencia, las acusaciones de interferencia en los asuntos internos de otras naciones, que Moscú ha negado en repetidas ocasiones.

Campaña de histeria antirrusa

El Kremlin asegura que las acusaciones infundadas contra Moscú o los medios de comunicación rusos, como RT y Sputnik, son frutos de la campaña orquestada de desinformación desencadenada por la histeria antirrusa que provocó el resultado de las elecciones presidenciales de EE.UU. el año pasado.

A principios del mes, la Embajada de Rusia en EE.UU. afirmó que los testimonios de los representantes de Google, Facebook y Twitter ante los Comités de Inteligencia de ambas cámaras del Congreso de EE.UU. ponen de relieve "la ausencia de pruebas sobre la injerencia estatal rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses".

Según el presidente ruso Vladímir Putin, en un futuro cercano quedará claro para todos que Rusia no representa ninguna amenaza para los países del Báltico ni de Europa oriental u occidental.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que la OTAN es consciente de la ausencia de planes de Moscú para atacar a otros países, pero aprovecha la ocasión para acumular más equipamiento y militares en las fronteras rusas.